En este mundo hay algo que se llama la ley de la compensación siempre terminamos recibiendo lo que damos.
En el mundo
espiritual también existe esta ley se llama la ley de la siembra y la cosecha.
Gálatas 6: 7 “No os
engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso
también segará.”
Lo que
sembramos sea bueno o malo tarde o temprano germinara y lo recibiremos en
doble.
Por
ley la semilla tiene que dar frutos, todo lo que hagamos dará frutos por eso
debemos sembrar lo bueno. V 9 “No
nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no
desmayamos.”
Los
del monte de Seir tenían dificultad para perdonar, esto hacia que su enemistad
fuera para siempre y producto de ello deseaban mal a los demás. V 5 “Por cuanto tuviste enemistad
perpetua, y entregaste a los hijos de Israel al poder de la espada en el tiempo
de su aflicción, en el tiempo extremadamente malo”
Los
de Seir sembraron deseos de destrucción para los demás por lo tanto eso es lo
que cosecharían. V 4 “A tus
ciudades asolaré, y tú serás asolado; y sabrás que yo soy Jehová”
No es
que Jehová castigue o destruya, Jehová simplemente permite que cada quien viva
las consecuencias de sus actos.
Todos
tenemos derecho a enojarnos ya que somos seres humanos sensibles al trato de
los demás. La biblia no censura el enojarnos, pero si nos recomienda que
nuestro enojo no debe durar mucho tiempo. Efesios 4: 26 “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo”
Entre
más se demora nuestro enojo más daño nos hacemos a nosotros mismo y a los demás,
la falta de perdón envenena nuestra alma causando enfermedades emocionales.
Las
personas que no perdonan y albergan odio en su corazón por lo general siempre
tienen mala calidad de vida.
El
alegrarnos por la calamidad de los demás es una forma de sembrar, por lo tanto la
cosecha es acorde a ese sentimiento de maldad. V 15 “Como te alegraste sobre la heredad de la
casa de Israel, porque fue asolada, así te haré a ti; asolado será el monte de
Seir, y todo Edom, todo él; y sabrán que yo soy Jehová”
Si lo que cosechas cada día es desagradable y
no te gusta, deja de rasgarte las vestiduras y analiza muy bien lo que estas
sembrando en los demás posiblemente ya es hora de cambiar la semilla.
Si queremos cosechar de las demás personas
cosas agradables eso debemos sembrar en ellas, nadie cosecha de lo que no
siembra. Lucas 6: 31 “Y así
como queréis que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera”
El que los demás nos amen no es una
obligación, es algo que nosotros debemos sembrar, si quieres cosechar amor,
siembra amor.
La autoridad no se impone, la autoridad se
ejerce, esto quiere decir que si queremos respeto primero tenemos que respetar
a los demás no importa su condición económica o estrato social.
Debemos tener cuidado con lo que sembramos en
el corazón de los demás, de eso que sembramos en ellos es lo que cosecharemos,
recuerda que la ley de la siembra dice que toda semilla sembrada nos devuelve
el fruto multiplicado.