Hablar de consecuencia es lo mismo que habla de Reacción frente a una Acción. El principio de acción y reacción corresponde a la tercera ley de Newton. Éste afirma que:
“Todo cuerpo A que ejerce una fuerza sobre un cuerpo B experimenta una fuerza de igual intensidad en la misma dirección pero en sentido opuesto”
Todo lo que hacemos tiene una consecuencia, incluso cuando “no hacemos” en definitiva es una forma de “hacer”, por lo que también tiene una reacción acorde. Hay personas que no hacen nada y esperan recibir grandes cosas.
“Todo cuerpo A que ejerce una fuerza sobre un cuerpo B experimenta una fuerza de igual intensidad en la misma dirección pero en sentido opuesto”
Si el resultado obtenido no nos gusta, cambiemos la acción, así de simple. De lo que sembramos es lo que cosechamos.
Dios no es un ser castigador, es decir el no anda buscando desesperadamente a quien castigar. Aunque Dios si corrige, muchas de las cosas malas que al hombre le suceden es consecuencia de sus propios actos, cada uno recibe y vive de lo que hace. V 10,15 “Por tanto, daré a otros sus mujeres, y sus campos a quienes los conquisten; porque desde el más pequeño hasta el más grande cada uno sigue la avaricia; desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engaño, Esperamos paz, y no hubo bien; día de curación, y he aquí turbación.”
Si una madre insistentemente le dice a su pequeña hija que no meta la mano al fuego de la estufa, y en un descuido la niña mete la mano y sufre quemaduras muy fuertes, su madre al ver lo que le sucedió a su hija probablemente no la castiga, pero por mucho que la ame, y por mucho que intente ayudarle untándole crema o cualquier otra medicina, nunca podrá evitarle el dolor que está sufriendo, a esto es lo que se le llama consecuencia.
Dios nos ama, tanto que dio a su hijo para que muriera por nosotros, pero a pesar de tanto amor él no evita las consecuencias de nuestros malos actos.
Los animales por instinto de preservación saben cuándo deben o no hacer las cosas. V 7 “Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová.” El hombre es el único ser en la tierra que por sus actos destruye su vida y el medio en el que vive.
El hombre se ha envanecido tanto por el conocimiento que Dios le dio, que el mismo conocimiento lo ha llevado a la rebeldía, causante de su destrucción. V 5“¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua? Abrazaron el engaño, y no han querido volverse. ” La solución a la crisis o tragedia que enfrenta el hombre es el arrepentimiento. V 6 “Escuché y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla.”
ARREPENTIRSE es aceptar que se está equivocado, es cambiar de rumbo, es re direccionar o cambiar de dirección mi vida o lo que estoy haciendo. Los problemas deben solucionarse y arrancarse desde su raíz. V 3 “Y escogerá la muerte antes que la vida todo el resto que quede de esta mala generación, en todos los lugares adonde arroje yo a los que queden, dice Jehová de los ejércitos” muchas veces es necesario destruir lo que estamos haciendo para poder construir de nuevo. La corrección duele pero es necesaria, hay personas que no aprenden sin el uso de la corrección. Isaías 26: 10 “Se mostrará piedad al malvado, y no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jehová.”
La terquedad del hombre lo lleva a tratar los problemas con liviandad. V 11 “Y curaron la herida de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.” Al hombre necio todo le parece que está bien, la corrección le parece una exageración. Y por eso nunca cambia y va siempre de mal en peor.
La libertad, al fin y al cabo, no es sino la capacidad de hacer lo que se quiere y tener la capacidad de asumir las consecuencias de nuestros Actos. Todo lo que hagamos bueno o malo o incluso a si no hagamos nada todo genera consecuencia.