Cada vez vemos más hogares divididos, mas amistades rotas, más empresas arruinadas, naciones apunto de destruirse y por supuesto también vemos iglesias destruirse y otras mantenerse pero no de acuerdo al plan de Dios.
El problema es que cada vez que vemos esto lo único que hacemos es lamentarnos por lo que está sucediendo pero no hacemos nada por ayudar a cuidar lo que Dios nos ha dado.
En este caso hablaremos de cómo cuidar nuestra iglesia, recordemos que iglesia no es la edificación.
La edificación se llama Templo el cual también hay que cuidar. Pero en este caso lo que debemos cuidar es la iglesia, la Fe, la Doctrina enseñada por Cristo a través de su palabra.
Como cuidar nuestra iglesia.
1. Debemos conocer la realidad de las cosas. V 1 “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.” muchas veces pensamos que los ataques de la iglesia vendrán desde afuera pero la verdad es que quienes la quieren destruir están adentro.
2. Debemos mantenernos firmes en el conocimiento de la verdad. V 2 “Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado” el mal manejo de los problemas en algunas iglesias ha hecho que la verdad se vea empañada.
3. No dejarnos convencer por palabras fingidas. V 3 “y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.” La palabra de Dios es cortante como espada de doble filo. Hebreos 4: 12 “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” La palabra de Dios pocos la soportan. Juan 6: 60,66-67 “Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?”
4. Todos tenemos Tentaciones pero Dios nos libra. V 9 “sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio” nadie puede decir a mí no me va a pasar. 1 Corintios 10: 12 “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.”
5. Sometiéndonos al señorío de Jesús. V 10 “y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores” las cosas en la iglesia y en nuestra vida no pueden ser a nuestra manera tienen que ser a la manera de Dios.
6. Pidiéndole a Dios discernimiento y sabiduría. V 12 “Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición,” cuando no tenemos sabiduría terminamos uniéndonos a las personas que hablan de acuerdo a su propio parecer y no al parecer de Cristo.
7. No aferrándonos al Pecado. Una cosa es pecar por ignorancia o descuido y otra es amar el pecado. V 14 “tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición.”
8. Nuestro Servicio debe ser sin interés personal. V 15 “Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad,” muchas personas predican el evangelio pero por intereses personales.
9. No debemos hablar para agradar a la gente debemos hablar para agradar a Jesucristo. V 18 “Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error.” Hacer las cosas para agradar a Cristo hace que no nos equivoquemos y que permitamos que él nos guie.
10. Nunca desear lo que hemos dejado atrás. V 22 “Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno” muchas personas cristianas no dan buenos frutos, ni se comprometen con la iglesia por estar pensando en las cosas que dejaron atrás.
Todos los que se empeñan a dañar la iglesia de manera consciente o inconsciente recibirán castigo de parte de Dios. V 17 “Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre.”
Cada vez más se levantaran personas que atentaran contra la unidad de la iglesia de Cristo, de ti y de mí depende que la iglesia se mantenga firme. No veas solo lo malo de la iglesia o de tu familia mira las cosas hermosas que también pasan y entonces podrás cuidar en lugar de destruir.