Jehová tiene un gran deseo; que todo el Mundo sea Salvo. 1 Timoteo 2: 4 “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.”
Es tan grande ese deseo en el corazón de Dios que no dudo en hacer cualquier cosa por conseguirlo. Fue capaz de entregar a su propio hijo. Juan 3: 16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Para que este deseo de Dios se haga realidad se necesita de la participación de nosotros los Hombres.
Los encargados de transmitir o enseñar esta salvación somos todos los cristianos, pero en especial los sacerdotes o siervos, responsables directos ante Jesucristo.
Características de un Sacerdote, Pastor o Siervo.
1. Es el que actúa a favor de los Hombres. V 1 “Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados;”
1.1. Un sacerdote es capaz de olvidarse de sus intereses personales para luchar por los intereses de los demás.
2. Debe ser Paciente. V 2 a “para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados,” todo aquel que tiene un propósito de enseñar o de lograr cualquier cosa debe saber esperar con tranquilidad.
2.1. Las diferentes experiencias de un siervo le deben servir para enseñar y desarrollar paciencia ante los demás. V 2 b “puesto que él también está rodeado de debilidad;”
2.2. Jesucristo es ejemplo de un verdadero sacerdocio. Hebreos 4: 15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” Jesucristo tuvo que vivir todas las dificultades de cualquier humano, de esta forma nos podría entender y ayudar.
Dios exige que quienes le sirvamos desarrollemos misericordia por los demás. Solo de esta forma podemos tener su visión. Mateo 9: 13 “Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.”
2. Debe Creer que es un Honor Servir ya que es llamado. V 4 “Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón.” Solo cuando valoramos lo que hacemos lo amamos y damos lo mejor de nosotros.
· 2.1. El que no es Llamo no tiene misericordia ni lo hace con amor.
· 2.2. Jesús fue Llamado. V 5 “Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy.”
3. Debe aprender a través de vivencias, sufrimientos o padecimientos. V 8 “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;”
· 3.1. Las Vivencias o el Corregir los Errores hacen que lleguemos a la perfección. V 9 “y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”
· 3.2. Esto no lo puede entender cualquiera. La justicia humana es que a cada quien se le de lo que merece. El problema es que nosotros exigimos justica cuando son otros los que se equivocan. Cuando somos nosotros los que cometemos errores ya no la exigimos. V 11 “Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír.”
· 3.3. Solo los maduros Espirituales lo pueden entender. V 13-14 “Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”
Ser un ministro de Cristo es un honor y una gran responsabilidad, todo ministro de Dios debe anhelar servir más que anhelar figurar o tener una vida de acomodamiento.
