Cuando nosotros recibimos a Jesucristo en nuestro corazón lo que sucede es que nos convertimos en una nueva criatura todas las cosas viejas que practicábamos en el mundo pasaron y ahora somos hechos nuevos. 2 Corintios 5: 17 "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas."
El problema en muchos cristianos es que a pesar de ser nuevos seguimos conservando nuestra amistad con el mundo. Santiago 4: 4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” un adultero en la carne es aquel que tiene intimidad con una persona y con otra.
Un cristiano adultero es aquel que quiere tener intimidad con Jesús y con el mundo bajo la excusa que no es fanático.
Jesucristo no quiere que seamos enemigos de las personas que viven en el mundo de hecho él se juntaba con pecadores para restaurarlos. Jesucristo quiere que seamos enemigos de las prácticas del mundo.
Que ocasiona el mundo en un cristiano.
1. Guerras y Pleitos. V 1 “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?” cuando nos mantenemos en contacto con el mundo nuestras viejas paciones nunca mueren.
2. Codicia y envidia. V 2 “Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” nos volvemos asesinos de nuestros hermanos y no de manera física, matamos emocional y espiritualmente, nos cuesta perdonar. La envidia nos lleva a causar daño al interior de la iglesia.
3. Oramos solo por Interés solo queremos nuestro beneficio y nos olvidamos de los demás. Ya no buscamos a Jesús por amor. V 3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.”
4. Nos volvemos soberbios. V 6 “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” muchos cristianos se olvidan de donde fue que Jesús los saco y desprecian a los demás. Dentro de la misma iglesia cristiana se hace acepción de personas. Santiago 2: 2-4 “Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?”
5. Dejamos de someternos a Dios y nos dejamos intimidar por el diablo. V 7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” Muchos cristianos le temen más al diablo que a Dios.
6. Nos alejamos de Dios. V 8 a “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos.” Como en toda Relación de Pareja muchos cristianos dejan que su vida cristiana se convierta en una rutina y en una monotonía.
7. Nos volvemos de doble animo no sabemos que es lo que queremos o para donde es que vamos. V 8 b “y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”
8. Se vive en angustia y desesperación. V 9 “Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.” Jesucristo puede darnos lo que con el dinero nunca podremos comprar solo Jehová es capaz de darnos paz aun en medio de la tormenta.
9. Se vuelve a una vida de murmuración al igual que antes. V 11 “Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.”
10. Se vuelve a confiar en sí mismo y no en Dios. V 13-15 “¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.”
Jesús ama al pecador pero aborrece al pecado Jesucristo no quiere que seamos enemigos de los pecadores él quiere que no practiquemos lo mismo que ellos hacen. No importa cuanta comodidad te ofrezca el mundo siempre elige la amistad con Dios.