Los seres humanos tenemos dos opciones para vivir en este mundo lo podemos hacer con Cristo o lo podemos hacer sin él.
Hay una sola verdad que debemos tener en cuenta, con Cristo o sin él igual tendremos problemas.
Entonces alguien podría decir, cual es la diferencia si de todas formas tendremos problemas.
La diferencia radica en que con Cristo nosotros podemos dominar a los problemas.
Sin Cristo quienes dominan son los problemas. Juan 16: 33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Que Jesucristo haya vencido no significa que ya no tengamos problemas, que Jesucristo haya vencido siendo hombre significa que nosotros también podemos vencer.
Egipto simboliza el mundo y para Jehová era una abominación descender a Egipto para pedir ayuda. Isaías 31: 1 “!!Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; ¡y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!”
Pero una cosa es descender a Egipto solos dependiendo del mundo y no de Dios y otra muy diferente es estar en este mundo acompañado por Jesucristo. Génesis 46: 3 “Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque allí yo haré de ti una gran nación.” Si Jesucristo dice que nos quedemos en algún lugar por difícil e ilógico que parezca debemos obedecer, Jehová puede sacar agua del desierto.
Si Jesucristo está con nosotros podremos vencer al mundo. V 4 “Yo descenderé contigo a Egipto, y yo también te haré volver; y la mano de José cerrará tus ojos” no tengas miedo de lo que estés viviendo, búscale un propósito a tu vida y podrás soportar con más facilidad.
Si Jesucristo está con nosotros saldremos victoriosos así el problema sea difícil, o parezca no haber salida.
Nunca debemos arriesgarnos a buscar oportunidades de éxito sin la presencia de Dios, así lo que el mundo nos ofrezca parezca muy rentable sin Jesucristo puede resultar en un fracaso. Éxodo 33: 15 “Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.”
El estar con Jesucristo no significa que nunca fracasaremos, el estar con Jesucristo hace que disfrutemos la abundancia como la escases. Filipenses 4: 12 “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad”
La felicidad no depende de lo que podamos tener, la felicidad esta en nosotros sin importar las circunstancias que tengamos que vivir.
Solo la presencia de Dios en nuestra vida es lo que nos da descanso. V 14 “Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.” Sin Jesucristo trabajamos muy duro para lograr lo que necesitamos y muchas veces nos causa agotamiento y desanimo.
Cuando trabajamos con Jesucristo logramos descansar en medio de lo que hacemos, nos cansamos como humanos que somos, pero no nos desanimamos.
Jesucristo hace que amemos lo que hacemos por esta razón, aunque nos podemos cansar nunca nos desanimamos.
Con Jesucristo o sin él igual tendremos que soportar aflicciones, la diferencia está en que los problemas con Jesucristo siempre tendrán un propósito. Tener problemas sin propósito nos agotan y nos llevan al desánimo.
