Muchas personas consideran que el templo no tiene mucha importancia es por este motivo que poco acuden a él.
Para Jehová el templo o el santuario si es muy importante, Era tan importante que tenía que ser hecho de los mejores materiales. V 3- 5 “Esta es la ofrenda que tomaréis de ellos: oro, plata, cobre,
25:4 azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, 25:5 pieles de carneros teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia,”
Era tan importante que Jehová fue quien directamente se encargó de darle el modelo y todas las especificaciones. V 40 “Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.”
¿Por qué era tan importante? La razón era sencilla, pero a la vez muy pero muy importante. El tabernáculo simbolizaba la habitación de Dios aquí en la tierra, esto era algo maravilloso Jehová habitando en medio de los hombres. V 8 “Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos.”
También desde el tabernáculo Dios les hablaría. V 22 “Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.”
El tabernáculo serviría para que el hombre busque tener una buena relación con Dios por eso era importante que los que contribuyeran para su edificación lo hicieran de todo corazón y de manera voluntaria. V 1-2 “Jehová habló a Moisés, diciendo:
25:2 Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda.”
Hacerlo de manera voluntaria no significa que tenga la opción de hacerlo o no hacerlo, de lo contrario la gran mayoría determinaría no hacerlo.
Hacerlo de manera voluntaria significa que no debemos dar algo solo obligados por las circunstancias o por la necesidad. Debemos aportar porque amamos hacerlo. 2 Corintios 9: 7 “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”
Dios escucha las oraciones que hacemos en el templo. 2 Crónicas 7: 15 “Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar” Dios está en todo lugar, pero valora el esfuerzo que hacemos al desplazarnos al templo para agradarlo.
La presencia de Dios se manifiesta en el Templo. 2 Crónicas 7: 16 “porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre” esta promesa se mantiene por siempre, donde hay dos o tres que se reúnan en el nombre de Jesús ahí está el. Mateo 18: 20 “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”
El templo es el lugar donde se ejercita el espíritu del cristiano, es donde nos estimulamos los unos a los otros. Hebreos 10: 25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
Para una persona que quiere tener un escultural cuerpo el gimnasio se convierte en el lugar especial, no es lo mismo tener las pesas y las maquinas en la casa y hacer ejercicio solo que estar en el gimnasio compartiendo con gente que tiene sus mismos propósitos.
Las oraciones unánimes en el templo tocan el corazón perdonador de Jehová. 1 Reyes 8: 35-36 “Si el cielo se cerrare y no lloviere, por haber ellos pecado contra ti, y te rogaren en este lugar y confesaren tu nombre, y se volvieren del pecado, cuando los afligieres; tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que anden; y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad”
El templo es mucho más que un simple lugar construido de piedras o ladrillos para hacer rituales religiosos, el templo es un lugar consagrado a Jehová por esta razón su presencia se manifiesta y es ahí donde escucha nuestras oraciones unánimes.