Hay un adagio que dice: aprendemos a ser hijos cuando ya somos padres y aprendemos a ser padres cuando somos abuelos.
En el mundo no hemos encontrado una escuela de padres, porque la escuela está en nuestro hogar y los profesores somos nosotros. En el hogar es donde se forman los padres del mañana.
Equivocaciones de un Padre.
1. No Involucrarlos a nuestros hijos en nuestra Espiritualidad. V 12 “Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.” una cosa es que nuestros hijos nos vean orar, leer la biblia o ir al culto y otra muy diferente es hacerlos participes de nuestra creencia.
2. No les Inculcamos respeto por las cosas de Dios. V 17 “Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.” no se trata de idolatrar el templo, pero nuestros hijos deben saber que las actividades que se hacen en el templo merecen respeto. El culto, la Sena del señor. Los ayunos. Etc.
3. Permisividad. Muchos padres solo ven y oyen que sus hijos pequeños están causando daños, pero no corrigen se limitan a decir de manera constante: “niño estese quieto” V 22-24 “Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión. Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes. No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová.”
- 3.1. Una de las muchas funciones de un padre es corregir y mantener la disciplina con sus hijos.
- 3.2. Muchos padres llevados por la modernidad quieren ser amigos de sus hijos, eso no es lo malo, lo malo es que se conviertan en amigos y se olviden de ser padres.
4. Idolatrar a los hijos. V 29 “¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, ¿engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mí pueblo Israel?” creemos que son el centro del universo. Debemos amarlos mas no adorarlos. Muchos hombres y mujeres prefieren a sus hijos por encima de su pareja. Tu hijo por muy lejos que viva siempre será tu hijo. Nunca se escucha decir mi ex hijo. Pero si se escucha con mucha frecuencia decir: mi exesposo(a)
5. No corregirlos a tiempo. Proverbios 23: 13 “No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá.” No esperes a que tu niño sea mayor de edad para corregirlo porque puede ser demasiado tarde.
6. Olvidarnos que son niños. Y Maltratarlos. Colosenses 3: 21, Efesios 6: 4 “Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.”
7. Sobreproteger. La sobreprotección nos lleva a la inutilidad. El deseo de Jehová no es sobreproteger, su deseo es entrenar. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;” no se trata de meter a nuestros hijos en una burbuja de cristal.
9. No conocer a nuestros hijos. Sus habilidades, sus límites. Esto nos ayuda a comprenderlos. Juan 10: 27 “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,”
10. Comparar entre hijos. Cada uno es diferente. 1 Pedro 4: 10 “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.”
11. Preferir a unos más que a otros. El preferir a alguien hiere el corazón de los demás. Jacob amaba tanto a su hijo José que hizo que sus hermanos lo odiaran. Romanos 2: 11 “Porque en Dios no hay acepción de personas.”
Errores al castigar a nuestros hijos.
1. No ponerse de acuerdo en la pareja para corregir. El no estar de acuerdo los padres para imponer una corrección hace que se pierda el Respeto.
2. Utilizar el miedo o Maltrato. Proverbios 19: 18 “Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se apresure tu alma para destruirlo.” el miedo hace que nuestros hijos obedezcan, pero no aprenden a discernir entre lo bueno y lo malo.
3. Castigos irreales o incoherentes. No amenaces con cosas que no vas a cumplir. Términos exagerados tales como: “te mato. Te echo. Etc.”
Todos estos pasos son importantes pero lo más importante es dejarnos guiar por Jesucristo, él sabe cómo Orientarnos. La única forma de nosotros llegar a ser buenos profesores de nuestros hijos es si nos dejamos orientar por Jesucristo. Jueces 13: 8, 11-12 “Entonces oró Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de hacer con el niño que ha de nacer. Y se levantó Manoa, y siguió a su mujer; y vino al varón y le dijo: ¿Eres tú aquel varón que habló a la mujer? Y él dijo: Yo soy. Entonces Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con él?”