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1 Reyes 9. Unidos a Cristo

UNIDOS A CRISTO.Jesucristo es maravilloso y muy bueno, él siempre está dispuesto a concedernos todo lo que le pedimos.  
Dios le prometió al rey David que siempre mantendría el linaje de su familia, le prometió un Reinado para siempre. V 5 “yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como hablé a David tu padre, diciendo: No faltará varón de tu descendencia en el trono de Israel. 
Jesucristo también a nosotros nos ha prometido darnos todo lo que le pidamos y que esté de acuerdo a su voluntad. 
Jehová había escuchado la oración de David, al igual que escucha también nuestras oraciones. V 3 “Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tu ruego que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días. 
Jehová escucha nuestras oraciones y hace lo que le pedimos siempre y cuando nos mantengamos unidos a él. 
Como Podemos estar siempre Unidos a Jehová. 
1. Andando delante de Jehová. V 4 a “Y si tú anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre,” andar significa acción, movimiento. Dios quiere que no solo seamos unos espectadores en el templo, Dios quiere que le sirvamos correctamente. Andar delante de Jehová es tener una forma de vida correcta. 
  • 1.1. El andar delante de Jehová significa que nunca nos apartamos de su mirada, es por esto que debemos hacer las cosas no para los hombres debemos hacerlas como para Dios. Colosenses 3: 23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres 
2. Manteniéndonos en Integridad de Corazón. V 4 b “en integridad de corazón” una persona íntegra no es una persona perfecta. Una persona íntegra es aquella que es capaz de corregir cada vez que se equivoca. 
  • 2.1. Una persona íntegra es aquella que siempre lucha por cada día ser mejor y hacer las cosas mejor. Una persona íntegra no vive de excusas o pretextos.  
3. Siendo Equitativos. V 4 c “y en equidad,” una persona ecuánime es alguien equilibrado no hace las cosas llevado por las emociones. Una persona ecuánime es justa y no hace acepción de personas. 
  • 3.1. Una persona equitativa no se aprovecha de la necesidad de los demás trata bien a todos los que están por encima de él y a los que están por debajo de su posición. 
4. Haciendo todas las cosas que nos manda Dios a través de su palabra. V 4 d “haciendo todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis estatutos y mis decretos,” la palabra de dios tiene el poder de hacer que todo lo que hagamos nos salga bien. Josué 1: 8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”  
  • 4.1. No es que la palabra de Dios sea mágica y por eso es que todo nos sale bien, la palabra nos instruye, nos corrige, nos dice que debemos hacer y que no debemos hacer.  
Que Cosas nos separan De Jesucristo. 
1.La Obstinación o Terquedad. V 6 a “Mas si obstinadamente os apartareis de mí vosotros y vuestros hijos,” las personas tercas no escuchan consejos. 
  • 1.1. Los obstinados siempre creen tener la razón, creen que todo lo saben y esto hace que se estanquen y hasta vayan en retroceso. 
  • 1.2. Las Personas de éxito creen que siempre les falta algo por aprender, tienen la humildad para preguntar cuando no están seguros de algo. 
2.El No Obedecer los mandamientos de Dios. V 6 b “y no guardareis mis mandamientos y mis estatutos que yo he puesto delante de vosotros, De nada sirve que Jesucristo quiera lo mejor para nosotros si no lo escuchamos. 
  • 2.1. Las Personas desobedientes siempre terminan mal, para triunfar se requiere obedecer a nuestras autoridades espirituales y seculares. 
3.Dejar a Cristo como la última o la segunda Opción. V 6 c “sino que fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis;” Jesucristo siempre debe ser nuestra primera opción. 
  • 3.1. No puede haber nada por encima de Jesucristo, ni el dinero, ni el trabajo, ni la familia, ni siquiera nosotros m ismos podemos estar por encima de Jesucristo. 
Jesucristo está dispuesto a concedernos todo lo que le pidamos siempre y cuando nosotros estemos dispuestos a cumplir con sus mandamientos y a no remplazarlos por nuestras cosas materiales.