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Salmo 56. Confiando en Dios

 

Todos los que hoy nos llamamos cristianos es porque en algún momento de nuestra vida hemos decidido creer en él.

Pero que es lo que hemos creído de él, que él hace milagros, que nos va a sanar, que nos va a proveer del dinero que necesitamos. etc.

El problema es que muchos de los que se hicieron cristianos pensando que Jesucristo era la solución a todos sus problemas hoy se encuentran desanimados y decepcionados de Dios.

Jesucristo no solo quiere que creamos en él ya que cualquiera puede creer en él, hasta los demonios creen en él. Santiago 2: 19 “
Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan.

Jesucristo quiere que confiemos en él. Confiar es tener la capacidad de entregarnos a esa persona, en lo espiritual es tener la capacidad de entregarnos en pleno a Jesucristo.

Una persona que todos los días mira a otra pasar caminando por un cable extendido de un lado a otro de un abismo, si le preguntan que, si ella cree que esa persona es capaz de pasar al otro lado por el cable, obviamente que tiene que contestar que sí.

A eso le podríamos llamar creer. Pero si alguien le pregunta que, si es capaz de el subirse a los hombros de esa persona y pasar juntos por el cable, a esto le podríamos llamar confianza. Una cosa es creer que él es capaz de pasar por el cable, y otra muy diferente es tenerle la suficiente confianza como para poner nuestra vida en sus hombros.

Con Jesucristo sucede lo mismo creer en él es relativamente fácil, confiar en él es lo que a muchos les cuesta.

La confianza se desarrolla y se manifiesta en los momentos de dificultad. V 3 “En el día que temo, Yo en ti confío.” sin vivir momentos de dificultad sería imposible decir que tenemos confianza.

Para que sirve Confiar en Dios.

1. Nos Permite Alabar de Corazón V 4 a “En Dios alabaré su palabra;” la confianza en Dios, en nosotros y en lo que hacemos nos da libertad, nos da la capacidad de poder disfrutar o en el caso espiritual Alabar.

2. Perdemos el Miedo al Hombre. V 4 b “En Dios he confiado; no temeré;
¿Qué puede hacerme el hombre?” el miedo paraliza e impide que alguien avance.  El hombre solo puede meterse con nuestro cuerpo, Jesucristo puede matar nuestra alma es decir sin Jesucristo no tenemos salvación. Mateo 10: 28 “Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

3. Dejamos que sea Dios quien se encargue de nuestros enemigos. V 6-7 “Se reúnen, se esconden, Miran atentamente mis pasos, Como quienes acechan a mi alma. Pésalos según su iniquidad, oh Dios, Y derriba en tu furor a los pueblos.” cuando nosotros aprendemos a dejar nuestras cargas en las manos de Jesucristo podemos actuar con más libertad en lo que tenemos que hacer.

Es muy difícil para una persona alcanzar sus sueños y propósitos cuando está preocupado y ocupado en defenderse de los demás.

Nuestros principales enemigos no son los que están afuera, nuestros principales enemigos están dentro de nosotros, se llaman: temores, prejuicios y los diferentes miedos que nos impiden avanzar.

4. Dios entiende nuestras debilidades y temores y está siempre listo para ayudarnos. V 8 “Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?” nuestra confianza en Cristo nos lleva a no fingir delante de él, él nos acepta tal como somos y en el camino nos va transformando.

La única forma de mantenernos firmes en nuestra fe cristiana es si aprendemos a confiar en Jesucristo, los que confían en Jesús saben que los problemas son inevitables, pero en ellos es como se manifiesta el poder de Dios, los que solo creen en Cristo son excelentes cristianos mientras no tengan problemas, el día en que sufren aflicción se desaniman de seguir a Dios.