Jesucristo a todos nos dio dones y talentos para que podamos triunfar en todo lo que hagamos.
Mas sin
embargo vemos personas que no importa cuánto esfuerzo hagan siempre viven de
fracaso en fracaso.
El problema
está en que muchas personas no respetan el negocio como respetarían a una
persona.
Para el
estado los negocios son personas jurídicas, no solo en cuanto a sus
obligaciones legales también en su forma de Tratar.
Los negocios son como un ser vivo o
un bebe, es necesario cuidarlo, alimentarlo y sobre todo protegerlo.
Todo negocio o empresa necesita
crecer y sobre todo desarrollarse como cualquier ser vivo, el no respetar estos
procesos es lo que nos lleva al fracaso.
El pueblo de Dios era un pueblo
emprendedor y luchador, pero sin embargo pasaría por un serio problema,
provocado por ellos mismos.
Jesucristo a través de su palabra
quiere enseñarnos que es lo que a una persona de éxito lo puede llevar al
Fracaso.
1. Negarse a entender lo que se tiene
que hacer. V 9 a “Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis;” entender es percibir o
saber el significado de algo, pero no necesariamente comprender. Puedo entender
que Dios permitió que alguien se enfermara, pero no puedo comprender porque
Dios lo permitió por eso solo puedo decir: si Dios lo permitió por algo será.
Las personas que no entienden lo que
están haciendo o lo que van hacer es natural que fracasen por mucho que lo
intenten.
· 1.1. Si no entiendes que
ese negocio que Dios te dio lo debes cuidar pronto estarás en la ruina. Muchas
personas bendecidas pierden su bendición por la mala administración.
2. No Poder Comprender. V 9 b “ved, por cierto, mas
no comprendáis.” comprender es hacer propio lo que entendí y actuar
congruentemente con ello. Yo puedo entender las explicaciones de una dirección,
pero para llegar tengo que esforzarme por recordar que es lo que me dijeron, si
lo comprendiera no necesitaría estar siempre mirando la dirección que tengo en
el papel.
· 2.1. Si no comprendemos lo
que tenemos que hacer se nos va a complicar el poderlo lograr a si entendamos
cual es nuestro propósito.
3. Llenar el Corazón de Orgullo. V 10 “Engruesa el corazón de
este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus
ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya
para él sanidad” cuando el corazón se nos engrandece más que nuestro cerebro nos impide
pensar adecuadamente, hacemos las cosas solo por figurar o por opacar el
trabajo de los demás.
· 3.1. El orgullo nos hace
equivocar en las tomas de decisiones, el orgullo nos hace perder el sentido de
pérdida o de ganancia, no sabemos si estamos perdiendo o estamos ganando.
· 3.2. El adagio popular
dice no hay peor ciego que el que no quiere ver, muchas personas saben que la bendición
que Dios nos da debemos cuidarla, pero prefieren hacerse los que no Ven.
4. Tomar Acciones sin Planificar. Lucas
14: 18 “Porque,
¿quién de vosotros, deseando edificar una torre, no se sienta primero y calcula
el costo, para ver si tiene lo suficiente para terminarla?” es imposible llegar a un
destino que no se conoce.
5. Planificar sin Tomar Acción. Justamente lo
contrario de lo anterior. Hay personas que pasan toda su vida planeando lo que
quieren hacer, pero jamás se lanzan a la “arena” de la acción. De nada sirve
acaparar conocimiento si no se transforma en resultados a través de la acción.
Llega un punto en el que hay que dejar de planificar y ponerse de una vez por
todas a actuar.
Para triunfar en la vida no es suficiente con tener
dones o habilidades es necesario entender, comprender y actuar en el momento
justo.