Jehová de los ejércitos no solo quiere un montón de gente reunida en algún lugar alabandolo y haciendo cosas en su nombre.
Jehová quiere
que nos consideremos parte de su pueblo que nos llamemos su pueblo.
En la antigüedad
el pueblo de Dios disfrutaba de todas las maravillas que él les ofrecía.
Les abrió
el mar rojo, los hizo pasar por el Jordán, le proveía de maná y muchas otras
cosas más.
Que ellos
fueran el pueblo de Dios no significaba que no tuvieran que pasar por
dificultades, el solo hecho de que Jehová hiciera esas maravillas delante del
pueblo ya era una evidencia de que estaban pasando por muchas cosas difíciles.
Muchos
siervos de Dios en su afán de llenar el templo a la hora de evangelizar
prometen a la gente una vida libre de problemas.
Muchos se
atreven a asegurar que si alguien llamado cristiano está pasando por
dificultades es porque está en el lugar equivocado y les ofrecen su templo o su
denominación para hacerlos libres de todo tormento.
Jehová de
los ejércitos no nos promete hacernos libres de todo problema o sufrimiento,
pero si nos promete estar siempre con nosotros para ayudarnos a superar esa situación
difícil. Isaías 43: 2 “Cuando
pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán.
Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.”
Beneficios de ser pueblo de Dios.
1. Siempre
será consolado. V 13 “Como
aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén
tomaréis consuelo.” Consolar no es mostrar lastima por alguien.
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1.1. El verdadero consuelo es
ayudar a alguien a salir de la difícil situación por la cual puede estar
pasando.
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1.2. Podemos ayudar a través de
algo muy sencillo, pero a la vez muy importante, la mejor manera de consolar a
alguien es escuchándola.
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1.3. Jesucristo siempre tiene
tiempo para escuchar a su pueblo, si quieres consolar a alguien no le
interrumpas mientras te está hablando, no lo acabes de atormentar interrumpiéndolo
para contarle tu historia de sufrimientos.
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1.4. No minimices el sufrimiento de
quien te pide ayuda, para cada persona su problema es único.
2. Nos hace
ver. V 14 a “Y
veréis,” Una persona angustiada pierde la capacidad de ver lo que le
está pasando.
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2.2. Jesucristo nos muestra la
solución en medio de la dificultad. Jesucristo no nos hace las cosas porque nos
convertiría en inútiles.
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2.3. Jesucristo nos guía para que
podamos corregir nuestro mal camino y volvamos por el camino de la Victoria.
3. Nos da alegría.
V 14 b “y se
alegrará vuestro corazón,” Jesucristo nos da la capacidad de
alegrarnos en los momentos de más dificultad.
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3.1. Tener alegría en las
dificultades significa que podremos ver en las dificultades oportunidades para
corregir y mejorar.
4. Nos da
fuerzas para seguir avanzando. V 14 c “y vuestros huesos reverdecerán como la
hierba; y la mano de Jehová para con sus siervos será conocida, y se enojará
contra sus enemigos.” Jesucristo no nos carga siempre, él nos enseña a
caminar.
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4.1. La mejor forma que tiene Jehová
para ayudar a su pueblo es entrenándolo. Salmo 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien
adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra”
una de las señales que tenemos para ser identificados como pueblo de Dios es
que él nos entrena para batallar.
No se trata
tan solo de congregarnos en algún lugar a la espera de un milagro, es necesario
creer que somos pueblo de Dios. Solo el pueblo de Dios es capaz de nunca dejar
de pelear sus batallas y sentir gozo mientras lo hace.