Atalaya es un lugar encumbrado desde el cual se podía ver la proximidad del enemigo y poder avisar a tiempo.
Pero también es la persona encargada de
anunciar de los peligros que pueden acechar a la ciudad.
Este mandato no solo era en el tiempo de
Ezequiel aún sigue siendo vigente en nuestros tiempos. 2 Timoteo 4: 2 “que prediques la palabra; que instes a tiempo y
fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”
La orden de anunciar la palabra de verdad es
para todos los que hemos recibido a Jesucristo en nuestro corazón, pero
específicamente para los que se consideran líderes cristianos llámense
pastores, profetas o apóstoles.
Cuando alguien dice haber recibido el llamado
de parte de Dios está diciendo soy un atalaya. La pregunta sería: ¿si conoce
sus responsabilidades? ¿O mejor dicho si sabe en lo que se está metiendo?
Deberes del
atalaya.
1. Conocer la palabra de Dios. Esto es comerse
el royo nadie puede hablar o enseñar de lo que no conoce. V 1 a “Me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallas; come este rollo” hay muchos siervos de Dios que
conocen sobre cualquier cosa en el mundo, lástima que de la palabra de Dios no
conocen nada.
2. Atreverse a Hablar. De nada sirve que
alguien conozca el mensaje si no quiere abrir su boca. V 1 b “, y ve y habla a la casa de Israel.” hay muchos pastores que conocen la verdad,
pero prefieren no decirla para así tener muchos amigos contentos con lo que él
dice.
3. Saber que la gente no lo va a querer
escuchar. V 7 “Mas la casa de Israel no te querrá oír, porque no me quiere oír a
mí; porque toda la casa de Israel es dura de frente y obstinada de corazón.” muchos pastores por temor al rechazo o
por temor a no llenar sus templos de manera rápida prefieren entretener a sus
seguidores con cuentos inútiles y livianas conferencias. 1 Timoteo 4: 7 “Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la
piedad;”
4. Insistir y nunca desmayar. V 8-9 “He aquí yo he hecho tu rostro fuerte contra los rostros de ellos, y
tu frente fuerte contra sus frentes. Como diamante, más fuerte que pedernal he
hecho tu frente; no los temas, ni tengas miedo delante de ellos, porque son
casa rebelde.” hoy en día muchos que dicen tener el llamado
no tienen paciencia ni tiempo para enseñar por esta razón prefieren robar almas
de otra iglesia y de esta forma creen que están haciendo la obra de Jehová.
5. Hablar la palabra de Dios por dura que sea.
V 18 “Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le
amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a
fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu
mano.” muchos pastores prefieren maquillar o ignorar
la palabra de corrección. Juan 6: 60, 66-67 “Al oirlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra;
¿quién la puede oír?, Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás,
y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros
también vosotros?”
El hecho de que la gente no nos quiera
escuchar no es pretexto para dejar de hablar. Si tú hablas salvaras tu alma del
castigo. V 19 “Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su
impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu
alma.”
El pueblo que no escucha las amonestaciones de
Jehová está condenado a vivir en ruina. 4: 16-17 “Me dijo luego: Hijo de hombre, he aquí quebrantaré el sustento del
pan en Jerusalén; y comerán el pan por peso y con angustia, y beberán el agua
por medida y con espanto, para que, al faltarles el pan y el agua, se miren
unos a otros con espanto, y se consuman en su maldad”
La ruina no solo puede ser económica. Hay
gente que lo tiene todo en cuanto a lo material pero sus vidas son una miseria.
V 12 “Y comerás pan de cebada cocido debajo de la ceniza; y lo cocerás a
vista de ellos al fuego de excremento humano.”
No tengas miedo al rechazo los que tienen
miedo a las sillas vacías prefieren hacerse amigos del mundo corriendo el
riesgo de convertirse en enemigos de Dios. Santiago 4: 4 “¡Oh almas adúlteras!
¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues,
que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”
Si muchas personas te deprecian por la verdad
que compartes alégrate porque es indicio de que es a Jesucristo a quien sirves.
Si al mundo le encanta lo que hablas entonces revisa muy bien lo que estas
enseñando posiblemente solo sean fábulas que provienen de ti y no Jesucristo.