Jesucristo hizo de esta tierra un hermoso paraíso, tiene todo lo que se necesita para poder vivir bien.
Es el
hombre con su forma de actuar o de comportarse que cada día hace de este
hermoso paraíso un lugar difícil para vivir.
Jesucristo
podría hacer de esta tierra otravés un hermoso paraíso tan solo con un mover
de dedos, pero nos convertiría en robots programados para portarnos bien.
De cada uno de nosotros depende en qué lugar queremos vivir, en un paraíso
o en un infierno.
Que actos
hace que una vida sea miserable.
1. Actuar
con maldad. V 6 “He aquí que los príncipes de
Israel, cada uno según su poder, se esfuerzan en derramar sangre” las
personas que tienen maldad en su corazón, esa misma maldad se encarga poco a
poco de envenenar su alma y esto hace que vivan en amargura a si lo tengan
todo.
2.
Deshonrar a los padres. V 7 “Al padre y a la madre
despreciaron en ti; al extranjero trataron con violencia en medio de ti; al
huérfano y a la viuda despojaron en ti” para Jesucristo es muy
importante el honrar a nuestros padres de esto depende que en la vida nos vaya
bien. Efesios 6: 2-3 “Honra a tu padre y a tu
madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas
de larga vida sobre la tierra.” Larga vida no significa eternidad, larga
vida es tener vidas de calidad o de excelencia.
3.
Despreciar el templo de Dios y dejarnos de congregar. V 8 “Mis santuarios menospreciaste, y mis días de reposo has
profanado.” el congregarnos hace que tengamos una vida cristiana activa.
Hebreos 10: 25 “no dejando de congregarnos, como
algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que
aquel día se acerca.” El que no se congrega siempre vive desanimado, sin
ganas de Orar o de leer la Palabra.
4.
Calumniar a los demás. Dañar la imagen de alguien es fácil, pero restaurarla es
lo difícil y en muchos casos imposible. V 9 “Calumniadores
hubo en ti para derramar sangre; y sobre los montes comieron en ti; hicieron en
medio de ti perversidades.” Quienes hablan mal de los demás siempre
terminan viviendo peor de quienes ellos critican.
5.
Corrupción sexual. El abuso no solo puede ser sexual también se puede abusar de
manera emocional y psicológica. V 11 “Cada uno hizo
abominación con la mujer de su prójimo, cada uno contaminó pervertidamente a su
nuera, y cada uno violó en ti a su hermana, hija de su padre.” Las
personas que causan mal de manera intencionada siempre tienen vidas miserables,
viven de manera pobre en medio de la abundancia.
Consecuencias
de nuestros malos actos.
1.
Inestabilidad emocional. Muchas personas ya son viejos físicamente pero todavía
no saben que quieren o para donde van. V 14 “¿Estará
firme tu corazón? ¿Serán fuertes tus manos en los días en que yo proceda contra
ti? Yo Jehová he hablado, y lo haré.”
2. En
ninguna parte puede florecer. Siempre ira de lugar en lugar. V 15 “Te dispersaré por las naciones, y te esparciré por las
tierras; y haré fenecer de ti tu inmundicia.” Hay gente que un tiempo
está feliz en la iglesia que encontró, pero al poco tiempo ya se siente mal y
tiene que buscar otro lugar donde congregarse. La verdad es que no sabe que es
lo que quiere.
3. Sus
propios actos lo degradaran. V 16 “Y por ti misma
serás degradada a la vista de las naciones; y sabrás que yo soy Jehová.”
no tendrá el aprecio de nadie.
4. Se
convierte en alguien inservible. V 18 “Hijo de
hombre, la casa de Israel se me ha convertido en escoria; todos ellos son
bronce y estaño y hierro y plomo en medio del horno; y en escorias de plata se
convirtieron.”
5. Vive en
sufrimiento ya que no puede disfrutar de lo que tiene. V 21 “Yo os juntaré y soplaré sobre vosotros en el fuego de mi
furor, y en medio de él seréis fundidos.”
6. Se
pierde la capacidad de interceder por los demás. V 30 “Y
busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha
delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo
hallé.”
7. Cada
día se aleja más de Dios. V 31 “Por tanto, derramé
sobre ellos mi ira; con el ardor de mi ira los consumí; hice volver el camino
de ellos sobre su propia cabeza, dice Jehová el Señor.”
De cada
uno de nosotros depende como queremos vivir o que queremos hacer de esta
hermosa tierra, con nuestros actos podemos hacer de esta tierra un paraíso o un
infierno.