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Amos 4. El mal de la terquedad.

 

Las personas tercas siempre actúan de la misma forma no importa la diferencia de circunstancias.

Por lo general siempre creen tener la razón, no actúan movidos por la razón por lo tanto poco les importa las consecuencias que puedan vivir.

No importa las dificultades que puedan estar pasando no aceptan sus errores, ni sugerencias de los demás. V 6 “Os hice estar a diente limpio en todas vuestras ciudades, y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová

El pueblo de Israel se estaba comportando de manera terca, Jehová les explicaba que su intención no era castigarlos como a los otros pueblos. V 12 “Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel.

Las personas tercas son aquellas que se atrincheran detrás de un solo punto de vista, no aceptan que otros tengan otra perspectiva de la vida.

La terquedad puede ser buena cuando después de haber hecho los estudios y la planificación necesaria para lograr algo no permitimos que otros sin conocimiento nos alejen de lo que tenemos que hacer.

Terquedad negativa es cuando sabiendo que estamos equivocados insistimos en hacer lo que nos hemos propuesto.

Que causa la terquedad.

1. Estancamiento en el camino al éxito. El mundo evoluciona y con el también tenemos que evolucionar en nuestra forma de actuar.

2. Retroceso en los propósitos comunes. Las personas que se estancan van en retroceso porque mientras él esta estático los demás están avanzando.

3. Aislamiento de la sociedad y la familia. Las personas tercas nunca están de acuerdo con los demás esto genera mala convivencia.

Como evitar la terquedad.

1. Cambiando la manera negativa de pensar.  Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” las personas sabias mantienen su mentalidad abierta al cambio.

·       1.1. De nuestra manera de pensar depende nuestra manera de actuar. Nuestros pensamientos activan nuestro proceder negativo o positivo.

2. Cambiando nuestra manera de sentir. Ezequiel 36: 26 “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne” nuestro corazón representa nuestras emociones.

·       2.1. Si tú te sientes triunfador actúas como un triunfador, si te sientes un fracasado todo lo que hagas te saldrá mal.

3. Entendiendo las bondades de trabajar en equipo.

·       3.1. El trabajar en equipo genera mayores ganancias y en menos tiempo. Eclesiastés 4: 9 “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo

·       3.2. Nos podemos ayudar de manera mutua. V 10 “Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.” Para triunfar y lograr el éxito es necesario ayudarnos del uno al otro.

·       3.3. Una persona sola puede lograr lo que se propone, pero en conjunto lo hará en menos tiempo y sin mucho esfuerzo.

4. Pidiendo a Jesucristo Sabiduría. Santiago 1: 5 “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” La inteligencia nos hace hacer muchas cosas novedosas, pero la sabiduría nos dice si eso que nos manda la inteligencia nos conviene o no nos conviene.

·       4.1. Las personas sabias no son tercas, aceptan sugerencias y consejos para poder mejorar lo que hacen y lo que son.

Las personas tercas por lo general siempre creen tener la razón, por este motivo no aceptan opiniones de los demás lo cual los lleva a estancarse y no avanzar en lo que hacen. La humildad y el abrir nuestro entendimiento nos hace crecer y avanzar.