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Hechos 23. Con la protección de Dios.

 

Mientras estemos en este mundo es normal y natural que tengamos problemas o dificultades para lograr lo que nos proponemos.

Las personas de éxito en todos sus emprendimientos o en todas sus empresas son aquellos que saben perfectamente que para conseguir algo van a tener dificultades, ellos se preparan para ello.

Las personas de fracaso son aquellas que tienen grandes deseos y hasta grandes metas pero creen que todo será fácil, por esta razón cuando inician su emprendimiento y se encuentran con los primeros inconvenientes tiran la toalla o se desaniman de seguir.

En el mundo espiritual también hay cristianos de éxito y cristianos fracasados. Los cristianos de éxito son aquellos que saben que Jesucristo nos protege en medio de las dificultades. Salmo 46: 1 “Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Que Jesucristo nos proteja no significa que no tendremos problemas, si por el hecho de hacernos cristianos ya no tuviéramos problemas automáticamente tampoco necesitaríamos de la protección de Dios.

Jesucristo en ningún momento nos promete quitarnos los problemas, él nos promete acompañamiento, cuando pasemos por las adversidades o por los problemas el siempre estará con nosotros. Isaías 43: 2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama te abrasará.

Quienes hemos sido llamados por Jesucristo para servirle debemos tener plena seguridad de que si él nos llamó él se encargara de protegernos, no importa por cuantos problemas tengamos que pasar. Hechos 23: 10-11 “Y habiendo grande disensión, el tribuno, teniendo temor de que Pablo fuese despedazado por ellos, mandó que bajasen soldados y le arrebatasen de en medio de ellos, y le llevasen a la fortaleza. A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma.

Tanto en lo secular como en lo espiritual para lograr todo lo que nos proponemos tenemos que pasar por dificultades, si alcanzar grandes proyectos fuera fácil, todos los seres humanos fuéramos triunfadores.

Muchas personas ven a quienes son millonarios o famosos y desean ser como ellos, pero no quieren pasar por las dificultades que ellos tuvieron que pasar para lograr lo que tienen y lo que son.

Como nos Protege Jehová.

1. Utiliza a diferentes personas para ayudarnos a través de ellos. V 16 “Mas el hijo de la hermana de Pablo, oyendo hablar de la celada, fue y entró en la fortaleza, y dio aviso a Pablo.” muchas personas en secreto querían matar a Pablo, pero para Jehová no hay nada en secreto. V 13-15 “Eran más de cuarenta los que habían hecho esta conjuración, los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: Nosotros nos hemos juramentado bajo maldición, a no gustar nada hasta que hayamos dado muerte a Pablo…

2. Nos da Gracia delante de los demás. V 17-18 “Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este joven ante el tribuno, porque tiene cierto aviso que darle. El entonces tomándole, le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo me llamó y me rogó que trajese ante ti a este joven, que tiene algo que hablarte.” no es normal que un preso haga que lo escuchen a través de alguien sin que tenga buenas influencias que le busquen una audiencia.

3. Jehová no escatima esfuerzos para ayudarnos. Pablo más que un preso normal lo cuidaban como se cuida a una persona uy importante. V 23-24 “Y llamando a dos centuriones, mandó que preparasen para la hora tercera de la noche doscientos soldados, setenta jinetes y doscientos lanceros, para que fuesen hasta Cesarea; y que preparasen cabalgaduras en que poniendo a Pablo, le llevasen en salvo a Félix el gobernador.

4. Nos entrena. Jehová no quiere personas inútiles por esta razón el no hace todo lo que le pedimos. Jehová no nos quita todos los problemas él nos prepara para la batalla. Jehová no quiere meternos en una burbuja de cristal. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;

Si tú dices amar a tus hijos no les des todo gusto entrénalos para la vida, el día en que ya no estés con ellos te lo agradecerán. ¿Pregúntate por un momento? Si llegas a morir en este instante tu familia en especial tus hijos ¿ya están listos para vivir sin ti?

Si alguien te pregunta: ¿Dónde estaba tu Dios cuando tuviste ese accidente? Tranquilamente le puedes responder: ¡Estaba conmigo, por eso pude salir victorioso del accidente!

Si alguien te pregunta: ¿Y dónde estaba tu Dios cuando tuviste ese problema? Le Puedes responder: ¡Estaba conmigo por eso lo pude superar!

Jesucristo nos protege no nos sobreprotege, por esta razón él no nos da todo lo que nosotros queremos ni nos evita los diferentes sufrimientos que podemos tener. Los sufrimientos y el desacomodarnos nos obligan a buscar la forma de mejorar y prosperar.