Hay tres verdades que debemos tener en cuenta y es que:
1. Jehová
Dios es Luz. V 5 “Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y
no hay ningunas tinieblas en él.”
2. Jesús
siendo su hijo también es luz. Juan 8: 12 “Otra vez Jesús les habló, diciendo:
Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que
tendrá la luz de la vida.”
La cuestión
no solo es saber que somos luz. La cuestión es que ahora que somos luz debemos
vivir como en la luz. Efesios 5: 8 “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora
sois luz en el Señor; andad como hijos de luz”
Como es andar como hijos de Luz.
1.
Manteniendo una estrecha relación con Dios. V 1 “Lo que era desde el principio, lo
que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado,
y palparon nuestras manos, tocante al Verbo de vida” entre más
relación tenemos con una persona más nos parecemos a ella.
2. Proclamando
las verdades de Cristo. V 2 - 3 “(porque la vida fue manifestada, y
la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba
con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os
anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra
comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.” De acuerdo a lo que más hablamos es como nos
identifican los demás.
3. Andando
en Luz. V 6 “Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos,
y no practicamos la verdad” Quien anda en luz irradia luz, es
guía para los demás.
4. Vivimos
en comunión unos con otros. V 7 “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos
comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo
pecado.” De nada sirve que los cristianos
aspiremos vivir un día en el cielo y vivir aquí en la tierra en un infierno.
5. Debemos
aceptar que en nosotros todavía hay pecado. V 8 “Si decimos que no tenemos pecado,
nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.” el aceptar nuestras debilidades hace que podamos
corregir. La perfección solo se la alcanza a través de la corrección. Ser
perfectos es una orden. Mateo 5: 48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como
vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.”
6. Debemos
confesar nuestros pecados. V 9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
el confesar lleva al arrepentimiento. De nada sirve reconocer nuestras faltas
si no estamos dispuestos a rectificar nuestro andar. Arrepentirse significa
volver a empezar, re direccionar nuestro caminar.
7. Dejar
que la Palabra de Dios actué en nosotros. V 10 “Si decimos que no hemos pecado, le
hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.”
una muestra de que la palabra de Jesús está en nosotros es que empieza a sacar
a flote toda nuestra manera mala de vivir con el fin de llagar un día a la
purificación.
Hay
personas que por equivocación han fallado delante de Dios y esto les ha servido
para corregir y llegar a ser conforme al corazón de Jehová.
Otros
prefieren ocultar sus maldades y viven toda una vida de mentira fingiendo ser santos
agradando a los hombres, pero desagradando a Dios.
Una de las
características de la luz es que todo lo deja al descubierto para que de esta
forma podamos tomar medidas de corrección. Jesucristo no quiere avergonzarnos
él quiere limpiarnos y purificarnos, no tengas miedo de entrar a la luz.