Todos de alguna manera sentimos que nos hemos enamorado de alguien o quizá de algo por primera vez y a esto le podríamos llamar nuestro primer amor. El primer amor, es un sentimiento de enamoramiento profundo novedoso, en el que los neurotranmisores implicados en el bienestar se activan y la persona entra en un estado de euforia, equilibrio, paz… cuando tiene a la persona amada a su lado, es todo bonito, y por lo general siempre se idealiza a esa persona.Todos de alguna manera sentimos que nos hemos enamorado de alguien o quizá de algo por primera vez y a esto le podríamos llamar nuestro primer amor.
Para
algunos expertos el primer amor de la adolescencia es puro, lleno de
interrogantes a través de los cuales aprendemos a desarrollarnos y a crecer.
El primer
amor es algo que fluye que no se busca por esta razón por lo general no deja
heridas profundas y graves en nuestra alma, a diferencia de los amores
escogidos y buscados que marcan el alma de una persona cuando le rompen el corazón.
El primer
amor con Jesucristo es algo parecido, cuando nos enamoramos por primera vez de Jesucristo,
todo lo vemos bonito, nos sentimos valiosos, es maravilloso saber que para
alguien somos importantes.
Esa
sensación de sentirnos valiosos y amados es lo que nos da fuerzas para
enfrentarnos al mundo entero.
El primer
amor de adolecente se va acabando cuando vamos creciendo y asumimos
responsabilidades, universidad, trabajo, cambio de barrio o de ciudad etc.
Lastimosamente
muchos permiten que su primer amor con Jesucristo se vaya acabando por las
mismas razones del primer amor de adolescencia, Jesucristo ya nos hizo el
milagro, ya somos prósperos o quizá nos enamoramos de alguien y esto hace que
ese primer amor con Jesucristo vaya disminuyendo.
Jesucristo
conoce todo nuestro esfuerzo y pasión inicial, pero también sabe que nuestro
primer amor se está extinguiendo. V 1- 4 “Escribe al ángel de la iglesia en
Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de
los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo
trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los
que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has
sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi
nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.”
Como recuperar ese primer Amor con Cristo.
1. Recordando
el lugar donde nos tenía Jesucristo. V 5 a “Recuerda, por tanto, de dónde has
caído, y arrepiéntete,” el lugar de privilegio que nos da
Jesucristo jamás nos lo podrá dar el Mundo.
·
1.1. Para el mundo somos
importantes mientras seamos útiles, el día en que dejemos de ser útiles
automáticamente dejamos de ser Importantes, como dice la canción: otro ocupa tu
lugar.
2. Vuelve
hacer lo que hacías antes. V 5 b “y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto
a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido”
recuerda por un momento que cosas hacías en la iglesia cuando estabas enamorado
o enamorada de Jesús.
·
2.1. En lo secular podríamos
preguntarnos qué fue lo que tu pareja miro en ti que la atrajo, todavía
conservas aquello o lo más importante has mejorado lo que tú eras cuando esa
persona se enamoró de Ti.
3. Valórate
a si con Cristo te valora. V 9 “Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero
tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino
sinagoga de Satanás.” Para Jesucristo seguimos siendo importantes, no
importa si en algún momento le hemos fallado.
·
3.1. El dudar del amor de Cristo
hace que nuestra pasión y el fuego en nuestro corazón se apague, solo el
sentirnos amados y valorados es lo que nos impulsa a crecer, a desarrollarnos y
a nunca desistir.
En el mundo
secular la diferencia entre el primer amor y el amor de su vida, es que el
primer amor es tan solo un capitulo en nuestra vida, el amor de nuestra vida
nos enseña a crecer y avanzar en medio del dolor y las alegrías. V 10 “No temas en nada lo
que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel,
para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la
muerte, y yo te daré la corona de la vida.”
Jesucristo
quiere ser para nosotros nuestro primer amor y el amor de nuestra vida, que con
él nos sintamos plenos y realizados, que siempre podamos contar con él y que él
siempre pueda contar con nosotros a pesar de las adversidades.