22_12

Apocalipsis 2. Recuperando nuestro primer Amor

 

Todos de alguna manera sentimos que nos hemos enamorado de alguien o quizá de algo por primera vez y a esto le podríamos llamar nuestro primer amor.

El primer amor, es un sentimiento de enamoramiento profundo novedoso, en el que los neurotranmisores implicados en el bienestar se activan y la persona entra en un estado de euforia, equilibrio, paz… cuando tiene a la persona amada a su lado, es todo bonito, y por lo general siempre se idealiza a esa persona.Todos de alguna manera sentimos que nos hemos enamorado de alguien o quizá de algo por primera vez y a esto le podríamos llamar nuestro primer amor.

Para algunos expertos el primer amor de la adolescencia es puro, lleno de interrogantes a través de los cuales aprendemos a desarrollarnos y a crecer.

El primer amor es algo que fluye que no se busca por esta razón por lo general no deja heridas profundas y graves en nuestra alma, a diferencia de los amores escogidos y buscados que marcan el alma de una persona cuando le rompen el corazón.

El primer amor con Jesucristo es algo parecido, cuando nos enamoramos por primera vez de Jesucristo, todo lo vemos bonito, nos sentimos valiosos, es maravilloso saber que para alguien somos importantes.

Esa sensación de sentirnos valiosos y amados es lo que nos da fuerzas para enfrentarnos al mundo entero.

El primer amor de adolecente se va acabando cuando vamos creciendo y asumimos responsabilidades, universidad, trabajo, cambio de barrio o de ciudad etc.

Lastimosamente muchos permiten que su primer amor con Jesucristo se vaya acabando por las mismas razones del primer amor de adolescencia, Jesucristo ya nos hizo el milagro, ya somos prósperos o quizá nos enamoramos de alguien y esto hace que ese primer amor con Jesucristo vaya disminuyendo.

Jesucristo conoce todo nuestro esfuerzo y pasión inicial, pero también sabe que nuestro primer amor se está extinguiendo. V 1- 4 “Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.

Como recuperar ese primer Amor con Cristo.

1. Recordando el lugar donde nos tenía Jesucristo. V 5 a “Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete,” el lugar de privilegio que nos da Jesucristo jamás nos lo podrá dar el Mundo.

·       1.1. Para el mundo somos importantes mientras seamos útiles, el día en que dejemos de ser útiles automáticamente dejamos de ser Importantes, como dice la canción: otro ocupa tu lugar.

2. Vuelve hacer lo que hacías antes. V 5 b “y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” recuerda por un momento que cosas hacías en la iglesia cuando estabas enamorado o enamorada de Jesús.

·       2.1. En lo secular podríamos preguntarnos qué fue lo que tu pareja miro en ti que la atrajo, todavía conservas aquello o lo más importante has mejorado lo que tú eras cuando esa persona se enamoró de Ti.

3. Valórate a si con Cristo te valora. V 9 “Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.” Para Jesucristo seguimos siendo importantes, no importa si en algún momento le hemos fallado.

·       3.1. El dudar del amor de Cristo hace que nuestra pasión y el fuego en nuestro corazón se apague, solo el sentirnos amados y valorados es lo que nos impulsa a crecer, a desarrollarnos y a nunca desistir.

En el mundo secular la diferencia entre el primer amor y el amor de su vida, es que el primer amor es tan solo un capitulo en nuestra vida, el amor de nuestra vida nos enseña a crecer y avanzar en medio del dolor y las alegrías. V 10 “No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.

Jesucristo quiere ser para nosotros nuestro primer amor y el amor de nuestra vida, que con él nos sintamos plenos y realizados, que siempre podamos contar con él y que él siempre pueda contar con nosotros a pesar de las adversidades.