Arrepentirse básicamente significa dejar de hacer lo que estoy haciendo o re direccionar el rumbo de mi vida.
Los cristianos
cuando hablamos de arrepentimiento siempre o solo lo relacionamos con lo
espiritual.
Las personas
de éxito o prosperas son aquellas que siempre están evaluando su forma de
actuar de esta manera saben si lo que están haciendo está bien o están fallando
en algo y de esta manera poder corregir a tiempo.
Las personas
tercas o de fracaso son aquellas que a pesar de darse cuenta que están equivocados
en lo que hacen no reconocen su falla y no se arrepienten, es decir no corrigen
y persisten en su error, introduciéndose cada día mas en el lodo del fracaso.
Esto sucedía
con algunos hombres que estaban equivocados y que Dios los estaba corrigiendo. V
9 “Y los
hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que
tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.”
Espiritualmente
si sabemos que estamos equivocados debemos de arrepentirnos y pedirle perdón a Jesucristo,
de esta forma podemos avanzar en cualquier cosa que estemos haciendo al ser
perdonados por nuestros pecados.
Pecar significa
errar al blanco o equivocarnos. Todos de una o de otra forma siempre nos
equivocamos. Es por esta razón que de manera constante debemos disponernos a
cambiar.
La ciencia
y la tecnología constantemente están cambiando no por estar equivocados, lo
hacen porque a través del cambio podemos perfeccionar lo que hacemos y también podemos
salir de una vida rutinaria o cuadriculada.
Hay muchas
personas que a pesar del dolor o el sufrimiento que puedan estar pasando no se
atreven a cambiar, no se arrepienten de lo que hacen. V 11 “y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus
dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.”
Las frases
preferidas de los mediocres son: es mejor malo conocido que bueno por conocer,
es mejor ganar poco, pero seguro. Etc.
Cambiar no
es fácil, hay cambios positivos y negativos, negativos cuando se causa daño a sí
mismo o a otras personas.
Cambios positivos
cuando nos llevan de lo bueno a lo mejor y de lo mejor a lo excelente, siempre
debemos proponernos tener cambios positivos.
Las personas
que no quieren arrepentirse y cambiar su mala manera de ser en su hogar,
especialmente con su pareja siempre dicen así me conoció, que nos hayan
conocido en una forma de vida lastimera no es pretexto para que sigamos en esa
misma forma, no es justo que condenemos a los demás a vivir en infelicidad solo
porque no queremos cambiar para mejorar.
El propósito
de Jesucristo es ayudarnos en ese proceso de transformación, no importa como éramos
antes, Jesucristo puede ayudarnos a cambiar a ser personas diferentes. 2
Corintios 5: 17 “De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas.”
No podemos
llamarnos cristianos, congregarnos en la mejor iglesia de la ciudad y seguir
con la misma mala forma de vida pasada.
La única forma
de cambiar nuestra forma negativa de vivir es cambiando nuestra forma negativa
de pensar. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
El mejor
estimulo que podemos tener para cambiar nuestra mala forma de actuar es
entendiendo que cada quien recibe de lo que da. V 6 “Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los
profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen”
a esto la palabra de Dios le llama la ley de la siembra y la cosecha.
La única forma
de avanzar, crecer y desarrollarnos de manera espiritual o secular es si
constantemente nos estamos arrepintiendo de lo malo que hacemos, para poder
corregir y llegar a la perfección.