La tierra estaba vacía y Jehová quería poblarla a través de Adán y Eva. Génesis 1: 28 “Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos,” el hombre se corrompió y con él la tierra, Jehová destruye todo incluyendo al hombre, solo deja a Noé y le da el mismo mandato de Adán. Génesis 9: 7 “Mas vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella.” Cuando hablamos de fructificar y multiplicar solo lo asociamos a tener muchos hijos.
Los seres
humanos no solo podemos fructificar y multiplicarnos en número, para lograr
grandes cosas en la vida se requiere de estos dos factores. Fructificación y
multiplicación.
Para que
haya multiplicación primero debe haber fructificación. Si tú tienes un negocio
y piensas en ensancharlo primero debes hacerlo productivo es decir fructífero.
La única
forma que tenemos los seres humanos para avanzar en cualquier área de nuestra
vida es si somos fructíferos, de hecho, Jesucristo dice que el que no da buen fruto
debe ser cortado. Mateo 7: 19 “Todo
árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego”
La única
forma que tenemos para evaluar a una persona es por sus frutos. V 20 “Así que, por sus frutos los
conoceréis.” Los candidatos políticos y quienes aspiran a cargos
de poder en instituciones religiosas y seculares prometen grandes cosas y hacen
grandes planes y proyectos.
Jesucristo
nos dice mira sus frutos, un líder religioso que toda su vida a pastoreado una
pequeña congregación, solo por lograr un cargo de poder no significa que ahora
de la noche a la mañana la historia le cambia y hace de la institución que
comanda la más grande.
Un líder
político que en todos sus cargos anteriores ha sido un fracaso ahora solo
porque está en un cargo de dirección nacional su historia no va a cambiar.
Jesucristo seguiría insistiendo mira sus frutos.
No se
trataba de tan solo multiplicarse también debía ser fructífero, muchos crecen o
se expanden, pero no dan ningún fruto son grandes árboles estériles.
Una persona
o una institución es fructífera cuando es útil a los demás y la única forma de
ser fructífero es estando conectado con Jesucristo.
Una rama no
puede ser fructífera si no está conectada al tronco del árbol. Juan 15: 5 “Yo soy la vid, vosotros los
pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque
separados de mí nada podéis hacer”
El alimento
que obtiene del árbol es lo que hace de la rama algo productivo, la única forma
de ser productivos es si nos mantenemos unidos a Jesucristo a través de su
palabra, la palabra de Dios es alimento. Jeremías 15: 16 “Fueron halladas tus palabras, y yo
las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu
nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos”
Muchas
denominaciones religiosas solo piensan en crecer, pero no en fructificar, las
iglesias que no dan fruto son aquellas que buscan llenar sus establecimientos atrayendo
personas a través de comida física o regalos personales.
Estas
iglesias se llenan de personas necesitadas delo material, pero no de necesidad
de Cristo y su palabra. En sus campañas evangelistas o misioneras se aprovisionan
de suficiente alimento físico perecedero y no de alimento espiritual que da
vida. Esto no quiere decir que no debamos hacer obras sociales, pero estas
obras sociales tan solo deben ser la añadidura.
Que tu vida
no se pase sin dar fruto y multiplicarte, que en tu relación con Dios y tu
familia muchos sean como tú, como son nuestros frutos, si son dignos de
multiplicarse, nuestro matrimonio o nuestro hogar debe ser fructífero, de tal
manera que se multiplique. Cuando los demás quieren tener un matrimonio como el
nuestro nos multiplicamos en ellos.