De los errores se aprende, pero recuerda los errores se paga. No se aprende de los errores solo porque son errores, se aprende de los errores si tenemos la intención de aprender, cuando tenemos el deseo de aprender posemos aprender de los errores y de los aciertos. Si no tenemos la intención de aprender los errores simplemente nos llevan al fracaso.
En este capítulo
Jehová nos muestra varios casos de cómo pagar por nuestras equivocaciones.
Si
alguien toma lo que no es suyo en una palabra si alguien roba a otro debe pagar
por su error. V 1 “Cuando alguno hurtare buey u oveja, y lo
degollare o vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja
cuatro ovejas.”
Si alguno
abusa de la confianza de los demás debe pagar por ese abuso. V 5 “Si alguno hiciere
pastar en campo o viña, y metiere su bestia en campo de otro, de lo mejor de su
campo y de lo mejor de su viña pagará”
Si
alguien daña o atenta contra la naturaleza debe pagar por lo que daño. V 6 “Cuando
se prendiere fuego, y al quemar espinos quemare mieses amontonadas o en pie, o
campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado.”
En el
mundo secular se conoce como la ley de la compensación, el que la hace la paga,
en el mundo Espiritual se conoce como la ley de la siembra y la cosecha. Gálatas
6: 7 “No os
engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso
también segará.”
Todos
nuestros actos, todo lo que hagamos genera una consecuencia, sea en lo bueno o
en lo malo.
Ya que sabemos
que todo lo que hagamos genera consecuencias deberíamos preocuparnos por hacer
cosas que generen bendición en nuestra vida y la vida de los demás.
Cada uno
de nuestros actos debemos verlos como una siembra o una inversión en términos
Financieros.
Como
mejorar nuestro Comportamiento para que genere Bendición.
1. Haciendo
a otros lo que nos gustaría que ellos hagan con nosotros. Mateo 7: 12 “Así
que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”
2. Hablando
con palabras sazonadas. Colosenses 4: 6 “Sea vuestra palabra siempre con gracia,
sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.” De nuestra forma de hablar
depende que nos amen o nos odien.
3. Cambiando
nuestra manera de Pensar. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es
verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo
lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en
esto pensad.”
· 3.1. Nuestra forma de pensar almacena sentimientos en nuestro corazón y
de lo que hay en nuestro corazón habla la boca. Lucas 6: 45 “El
hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo,
del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón
habla la boca.”
De todo
lo que hagamos o digamos tenemos que pagar, todos nuestros actos generan
consecuencias, que quieres cosechar o cómo quieres pagar por lo que haces, esa
es tu decisión.