Los pactos con Dios deben ser para siempre.
Cuando nos
comprometemos a bendecir la obra de salvación aquí en la tierra a través de
nuestra ofrenda, nuestra ofrenda no puede estar condicionada a nuestra situación
económica del momento.
Nuestros recursos
económicos son como una semilla, el campesino no le da semilla a un obrero que
no quiere sembrar.
La semilla
se da a quien quiere o tiene la intención de sembrar. 2 corintios 9: 10 “Y el que da semilla al que siembra, y pan al que
come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y
aumentará los frutos de vuestra justicia”
La sal
desde tiempos antiguos se la ha considerado como un elemento de mucha
importancia ya que tiene muchas características esenciales.
Por esta razón
Jehová exigía que en cada ofrenda se incluya sal. Levítico 2: 13 “Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y
no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda
ofrenda tuya ofrecerás sal.”
Hoy en día
no se exige literalmente la sal ya que nosotros quienes servimos a Jesucristo
somos considerados la sal de la Tierra. Mateo 5: 13 “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal
se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser
echada fuera y hollada por los hombres.”
Características de la sal.
1. Sazona
le da buen sabor. Un cristiano bien sazonado en su comportamiento se refiere a
que su forma de actuar es agradable.
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1.1. De nuestra buena forma de
actuar depende que tengamos una excelente convivencia con los demás.
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1.2. Nuestro servicio a Jesucristo
tiene que ser con humildad ya que al altivo Dios lo rechaza y lo aleja de su presencia.
Salmo 138: 6 “Porque
Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.”
2. Conserva,
hace que los alimentos se mantengan por mucho tiempo. Significa que la ofrenda
no es intermitente a veces si a veces no. Su sí es si y su no es no. Mateo 5:
37 “Pero
sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal
procede.”
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2.1. Las personas de doble animo no
son confiables por su inestabilidad. Santiago 1: 8 “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos
sus caminos.”
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2.2. Un cristiano de doble ánimo,
un día amanece con entusiasmo para congregarse o alabar a Dios, pero al otro día
esta desanimado y ya no se quiere congregar.
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2.3. Un día amanece con ganas de
ofrendar y diezmar y al culto siguiente ya no diezma porque no le alcanza el
dinero o tiene otros compromisos. Con una persona inconstante no se puede
contar para lograr grandes proyectos.
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2.4. Una persona inconstante se
casa y a los pocos meses ya está aburrido de estar con la misma persona y
pronto piensa en separarse y de esta forma nunca mantiene ninguna relación.
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2.5. Una persona inconstante un día
monta un negocio y a los días ya está cambiando por otro, sin ninguna razón
justificable.