Ser cristiano es mucho más que tan solo cambiar de lugar de congregarse o cambiar de algunas costumbres.
Ser
cristiano es tener la plena seguridad de que somos hijos de Dios y por lo tanto
también pasamos a tener su protección total.
Otros nos
los ganamos de manera gratis, ellos simplemente toman la decisión de ser
nuestros enemigos porque ya no compartimos su forma de comportamiento y otros
porque sienten envidia de las bendiciones de Dios.
No importan
las razones por las cuales muchos son nuestros enemigos, lo que si es cierto es
que muchos de ellos nos maldicen de manera constante, es decir nos desean lo
peor.
La garantía
de ser cristianos y considerarnos hijos de Jehová es que Jesucristo se encarga
de convertir todas esas maldiciones en Bendiciones para nosotros. Deuteronomio
23: 5 “Mas
no quiso Jehová tu Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios te convirtió la
maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba.”
La
Bendición de Dios echa fuera toda maldición, la Bendición de Dios es escudo
contra las maldiciones.
Que sucede en la vida de un Bendecido.
1. Nadie
que conozca del poder de Dios se atreve a maldecirlo. V 8 “¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por qué
he de execrar al que Jehová no ha execrado?” las
bendiciones de Dios son ara siempre.
·
1.1. Saber que contamos con la protección
de Dios nos da tranquilidad a la hora de enfrentarnos a nuestras batallas
diarias.
2. Los que
conocen lo que Jehová hace con sus hijos no les queda más bendecirnos a si
quieran maldecirnos. V 11 “Entonces Balac dijo
a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, y
he aquí has proferido bendiciones.”
Una persona nos bendice cuando reconoce que contamos con la bendición de Dios.
3. Es Dios
mismo quien pone palabras en la boca de los demás. V 12 “Él respondió y dijo: ¿No cuidaré de decir lo que Jehová
ponga en mi boca?” muchas personas tienen en su corazón maldecirnos, pero
sin darse cuenta de lo que dicen terminan reconociendo nuestra Bendición.
4. Quienes
conocen a Jehová saben que a los hijos de Dios se los debe bendecir. V 20 “He aquí, he recibido orden de bendecir; Él dio bendición,
y no podré revocarla.” De toda palabra que salga de
nuestra boca debemos dar cuentas a Jehová.
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4.1. Nuestras palabras son como bumerán,
todo lo que lanzamos por nuestra boca regresa a nosotros y multiplicado, si
quieres recibir bendiciones bendice.
5. Jehová
tiene la fuerza y el poder para protegernos. V 22 “Dios los ha sacado de Egipto; Tiene fuerzas como de búfalo.”
Estar convencidos que Jehová nos protege nos permite actuar con tranquilidad,
la tranquilidad con la que actuamos permite que cometamos menos errores.
6. Los
hijos de Dios tenemos el poder, la preparación y el apoyo de Jehová para
destruir a nuestros enemigos. V 24 “He
aquí el pueblo que como león se levantará, Y como león se erguirá; No se echará
hasta que devore la presa, Y beba la sangre de los muertos.”
Nuestros enemigos no necesariamente son físicos, nuestros enemigos pueden ser
emocionales, miedos, traumas, temores. Etc.
7.Debemos
estar convencidos de que somos bendecidos. Efesios 1: 3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
Cristo,” de nada sirve saber que somos bendecidos si no estamos
seguros de esa bendición.
Lo
maravilloso de ser hijos de Jehová es que nuestro padre celestial siempre está
pendiente de cambiar toda maldición en bendición, con Jesucristo somos más que
vencedores, confía en él y nuca te detengas.