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Números 23. Maldiciones en Bendiciones


 Ser cristiano es mucho más que tan solo cambiar de lugar de congregarse o cambiar de algunas costumbres.

Ser cristiano es tener la plena seguridad de que somos hijos de Dios y por lo tanto también pasamos a tener su protección total.

Es inevitable que en este mundo no tengamos enemigos, unos por nuestra culpa, los ganamos de manera voluntaria o involuntaria.

Otros nos los ganamos de manera gratis, ellos simplemente toman la decisión de ser nuestros enemigos porque ya no compartimos su forma de comportamiento y otros porque sienten envidia de las bendiciones de Dios.

No importan las razones por las cuales muchos son nuestros enemigos, lo que si es cierto es que muchos de ellos nos maldicen de manera constante, es decir nos desean lo peor.

La garantía de ser cristianos y considerarnos hijos de Jehová es que Jesucristo se encarga de convertir todas esas maldiciones en Bendiciones para nosotros. Deuteronomio 23: 5 “Mas no quiso Jehová tu Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba.

La Bendición de Dios echa fuera toda maldición, la Bendición de Dios es escudo contra las maldiciones.

Que sucede en la vida de un Bendecido.

1. Nadie que conozca del poder de Dios se atreve a maldecirlo. V 8 ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado?” las bendiciones de Dios son ara siempre.

·       1.1. Saber que contamos con la protección de Dios nos da tranquilidad a la hora de enfrentarnos a nuestras batallas diarias.

2. Los que conocen lo que Jehová hace con sus hijos no les queda más bendecirnos a si quieran maldecirnos. V 11 “Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones.” Una persona nos bendice cuando reconoce que contamos con la bendición de Dios.

3. Es Dios mismo quien pone palabras en la boca de los demás. V 12 “Él respondió y dijo: ¿No cuidaré de decir lo que Jehová ponga en mi boca?” muchas personas tienen en su corazón maldecirnos, pero sin darse cuenta de lo que dicen terminan reconociendo nuestra Bendición.

4. Quienes conocen a Jehová saben que a los hijos de Dios se los debe bendecir. V 20 “He aquí, he recibido orden de bendecir; Él dio bendición, y no podré revocarla.” De toda palabra que salga de nuestra boca debemos dar cuentas a Jehová.

·       4.1. Nuestras palabras son como bumerán, todo lo que lanzamos por nuestra boca regresa a nosotros y multiplicado, si quieres recibir bendiciones bendice.

5. Jehová tiene la fuerza y el poder para protegernos. V 22 “Dios los ha sacado de Egipto; Tiene fuerzas como de búfalo.” Estar convencidos que Jehová nos protege nos permite actuar con tranquilidad, la tranquilidad con la que actuamos permite que cometamos menos errores.

6. Los hijos de Dios tenemos el poder, la preparación y el apoyo de Jehová para destruir a nuestros enemigos. V 24 “He aquí el pueblo que como león se levantará, Y como león se erguirá; No se echará hasta que devore la presa, Y beba la sangre de los muertos.” Nuestros enemigos no necesariamente son físicos, nuestros enemigos pueden ser emocionales, miedos, traumas, temores. Etc.

7.Debemos estar convencidos de que somos bendecidos. Efesios 1: 3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,” de nada sirve saber que somos bendecidos si no estamos seguros de esa bendición.

Lo maravilloso de ser hijos de Jehová es que nuestro padre celestial siempre está pendiente de cambiar toda maldición en bendición, con Jesucristo somos más que vencedores, confía en él y nuca te detengas.