Cuando hablamos de entrega no solo nos referimos a una entrega sentimental o emocional.
Entregarse a
diario es lo mismo que entregarse de corazón y entregarse de corazón es entregarse
con pasión, disfrutar lo que se hace, meterles fuerza y dinamismo a nuestros
emprendimientos.
En el capítulo
29 a partir del versículo 17 encontramos la orden de Jehová de ofrecerle
ofrendas de manera diaria. V 17 “El segundo
día, doce becerros de la vacada, dos carneros, catorce corderos de un año sin
defecto,”
En ese
entonces la ofrenda era de animales, en este tiempo Jehová no nos exige ofrenda
de animales, pero si nos pide que nosotros seamos el sacrificio para él. Romanos
12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias
de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a
Dios, que es vuestro culto racional.”
Ofrecer nuestro
cuerpo tampoco es llevarlo a la muerte, ofrecer nuestro cuerpo es dedicarle a
Dios nuestro buen comportamiento, hacer las cosas bien, pero de todo corazón.
Entregarnos
en sacrificio es entregarnos a el de cuerpo y alma.
En lo
espiritual entregarnos todos los días significa que nuestro buen comportamiento
no está solo limitado en el templo, en el día de culto o cuando estamos socializando
con alguien que también dice ser cristiano.
Entregarnos
todos los días en lo espiritual significa que siempre debemos brillar como luz,
guiar otros que están en oscuridad. Mateo 5: 14 “Vosotros
sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder”
Nuestro comportamiento
diario debe reflejar la luz que decimos ser. Mateo 5: 16 “Así
alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas
obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Con nuestro
buen comportamiento glorificamos el nombre de Jehová y hacemos que él sea
honrado en todo el mundo. en lo secular con nuestra forma de ser o nuestra
actitud también nos entregamos a diario.
1. Cuando
hacemos algo debemos hacerlo de corazón. Colosenses 3: 23 “Y
todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”
las personas de éxito son aquellas que su trabajo lo realizan con pasión.
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1.1. Las personas de fracaso son
aquellas que siempre hacen las cosas con desanimo, lo hacen de mala gana y esto
hace que las cosas le queden mal.
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1.2. la actitud con la que hacemos
las cosas se impregna en nuestro trabajo, las cosas son el reflejo de lo que
somos y sentimos.
·
1.3. La pregunta que deberíamos hacernos
de acuerdo a este versículo seria: las cosas que estamos haciendo, en el
colegio, en el trabajo, en la iglesia o la familia si son dignas de Dios, ¿a él
le agradarían?
2. Hacer
las cosas de corazón es tener la capacidad de dar más de lo que nos toca, hacer
más de lo que nos mandan, para Jesucristo alguien que hace tan solo lo que le
toca o lo que le han mandado es un inútil. Lucas 17: 10 “Así
también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid:
Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.”
·
2.1. Las personas de fracaso hacen
tan solo lo que se les ha encomendado, trabajan tan solo por el tiempo por el
cual se les ha pagado.
2.2.
Entregarnos todos los días es dejar a un lado todo lo que nos distrae de
nuestro objetivo. Debemos aprender a disfrutar cada momento que estamos
viviendo, muchas de las buenas cosas, así como vienen también se van.
Si queremos
llegar tener vidas de excelencia como es nuestro deseo y el deseo de Dios,
tenemos que entregarnos de lleno a lo que hacemos. No dejes de mirar y avanzar
hacia la meta.