Nuestra felicidad depende en gran parte de la relación que tenemos con nuestro pasado, de los recuerdos que guardamos de aquello que sucedió y de la capacidad para construir un relato positivo de nuestra propia vida. podemos convertir a nuestra memoria en un aliado para ser más felices, aprendiendo a crear momentos gratificantes “a medida que vivimos y a convertirlos en recuerdos positivos e imborrables, que podremos evocar cuando nos haga falta o atravesemos una racha no demasiado buena”
Si queremos continuar viviendo felices con nuestra
pareja o en nuestra familia en general debemos crear experiencias agradables de
cada acontecimiento.
De nosotros depende que ese paseo, esa cena o ese
desayuno sea una experiencia digna de ser recordada. Los buenos recuerdos
pueden ser el secreto de la felicidad.
Lastimosamente muchos cristianos viven su
cristiandad y relación con Dios de manera infeliz. Se congregan con emoción tan
solo en los primeros meses o años y después lo hacen de mala gana. Muchos aun
siendo ministros o siervos se sienten cargados y desanimados.
Que
Recordar para ser Felices con Dios.
1. Él cuidado que Dios y los demás han tenido de
nosotros. V 3 “Y yo
tomé a vuestro padre Abraham del otro lado del río, y lo traje por toda la
tierra de Canaán, y aumenté su descendencia, y le di Isaac.”
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1.1.
Recordar que Jesucristo es nuestro protector, nos da seguridad a la hora de
actuar y de luchar por lo que queremos.
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1.2.
Recordar lo que Jesucristo y otras personas ha hecho por nosotros nos hace ser
agradecidos.
2. Dios nos protege de nuestros enemigos. V 7 “Y cuando ellos clamaron a Jehová, él puso oscuridad
entre vosotros y los egipcios, e hizo venir sobre ellos el mar, el cual los
cubrió; y vuestros ojos vieron lo que hice en Egipto. Después estuvisteis
muchos días en el desierto.”
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2.1.
Nuestros enemigos más fuertes no son los que están fuera, los enemigos más
fuertes que tenemos están en nuestro interior, somos nosotros mismos.
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2.2.
Debemos recordar siempre que Jesucristo fue quien nos hizo libres de todo
trauma, de todo temor que nos impedía avanzar.
3. No importa cuántos te quieran maldecir Jesucristo
siempre te bendecirá. V 10-11 “Mas
yo no quise escuchar a Balaam, por lo cual os bendijo repetidamente, y os libré
de sus manos. 24:11 Pasasteis el Jordán, y vinisteis a Jericó, y los
moradores de Jericó pelearon contra vosotros: los amorreos, ferezeos, cananeos,
heteos, gergeseos, heveos y jebuseos, y yo los entregué en vuestras manos.”
Debemos entender que somos benditos con toda Bendición.
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3.1.
Saber que somos benditos no solo nos hace ser agradecidos, saber que somos
benditos hace que actuemos con seguridad y mucha Esperanza.
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Debemos
recordar siempre que con Jesucristo todo lo que hagamos es bendito, es decir
todo lo que hagamos nos sale bien.
4. Sirviendo de manera activa. V 15 “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a
quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando
estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra
habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” Debemos recordar como vivíamos
antes y como vivimos ahora que le servimos a Jesús.
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4.1.
El servir a Jesucristo nos hace estar activos y esa actividad en el ministerio es
lo que nos mantiene fuertes, vivos, llenos de esperanza.
Nuestra
vida es como una carretera en ella encontramos tramos de bajada de subida y
planadas, esto hace que muchos cristianos vivan en infelicidad. Si quieres
enamorarte y ser feliz con Jesús recuerda siempre con alegría cada momento,
sobre todo aquellos que te alegran la vida.