Un paso importante para entrar a la vida cristiana es recibir a Cristo en nuestro corazón. A cada persona nueva que llega a la iglesia o que simplemente nos la encontramos en la calle automáticamente le hacemos repetir la oración que consideramos es de Fe. Para muchos el pronunciar esta oración es más que suficiente para ser salvos. Tanto que de manera asolapada es decir de manera disimulada hacemos que la persona sola o en grupo repita la oración y creemos que ya todos ahora son salvos.
Recibir a Jesucristo en nuestro corazón
es tomar la decisión de preparar nuestro corazón para que Jesucristo lo aborde
y lo gobierne.
El recibir a Cristo debe ser mucho
más que unas cuantas palabras mágicas. El recibir a Cristo es una toma de
decisión muy importante en la vida de una persona. El recibir a Cristo
involucra algunas cosas que las veremos en el versículo 3 “Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de
todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot
de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y sólo a él servid, y
os librará de la mano de los filisteos.”
1. Volverse a Jehová. “Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de
todo vuestro corazón os volvéis a Jehová” si usted va para un barrio que
piensa que queda en el sur y de pronto recibe una llamada de su jefe que le
dice que no era por el sur que es por el norte. ¿Usted qué haría? Lo más seguro
es que usted pensaría en volverse. Es decir, en cambiar de rumbo, volver a
direccionar lo que estaba haciendo.
Volverse a Jehová significa.
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1.1. Buscarlo de todo corazón. Deuteronomio 4: 29 “Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo
hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.” es cierto que nuestra primera
experiencia con Cristo es a través de alguna necesidad, pero él quiere que lo
sigamos buscando por amor y agradecimiento.
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1.2. Amar a Jehová con todas nuestras fuerzas.
Deuteronomio 6: 5 “Y amarás a Jehová
tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
1. Quitar todo
dios ajeno. No solo basta con quitar las imágenes de la pared, también es
necesario dejar toda cosa o actitud que nos aleja de Dios. Que cosas se pueden
convertir en nuestro dios. El temor, el trabajo, la familia. Etc. Lucas
14: 25-26 “Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les
dijo: 14:26 Si alguno viene
a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y
hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo” aborrecer
es amar menos que.
2. Preparar Nuestro
Corazón. Estar dispuesto. Esdras era todo un maestro, pero el dispuso su
corazón. Esdras 7: 10 “Porque Esdras había
preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para
enseñar en Israel sus estatutos y decretos.” estar preparado es mucho más que
tan solo desear.
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2.1. Para un jugador de futbol profesional el estar en
la selección de su país es mucho más que un anhelo o deseo, además de esto debe
estar preparado, es decir haber entrenado fuertemente. ¿Tú ya recibiste a
Cristo en tu corazón? qué bueno pero que tanto te estas preparando para
agradarle a Dios.
3. Servir. “y sólo a él servid, y os librará de la mano de los filisteos” El
servicio es el resultado de amar a alguien, todo aquel que recibe a Jesucristo
en su corazón y se prepara es inevitable que termine sirviendo con mucha
diligencia y entrega de corazón.
Consecuencias
del Servicio.
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3.1. Recibe Honra de Dios y de los demás. Juan 12: 26
“Si alguno me sirve, sígame; y donde
yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre
le honrará.”
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3.2. Dios da Prosperidad y cuida de nosotros en todo
momento y situación. Éxodo 23: 25 “Mas
a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo
quitaré toda enfermedad de en medio de ti.”
4. Orar. V 5 “Y Samuel dijo: Reunid a todo Israel en Mizpa, y yo
oraré por vosotros a Jehová.” lo que mejora cualquier relación de pareja o social es la
comunicación, la única forma de mantener una constante y buena relación con
Dios es a través de la oración. Mateo 26: 41 “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la
verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”
Recibir a Cristo en nuestro corazón
es mucho más que una simple frase de cajón, recibir a Jesucristo en nuestro
corazón es tomar la decisión de amarlo y dejar que él nos gobierne en cada una
de nuestras áreas.