La mayoría de los seres humanos tenemos metas que queremos alcanzar.
Pero, así como hay personas que
desean lograr metas, se preparan y luchan por conseguirlo, también hay personas
expertas en destruir sus sueños y los sueños de los demás.
Que haya personas que quieran matar
nuestros sueños es normal, lo más preocupante es que los principales enemigos
de nuestros sueños somos nosotros mismos.
Los sueños de Saúl de ser rey por
siempre los mato el mismo, es decir el tomo la decisión de matarse. V 4, 6 “Entonces dijo Saúl a
su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos
incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería,
porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia espada y se echó sobre
ella, Así murió Saúl en aquel día, juntamente con sus tres hijos, y su
escudero, y todos sus varones.”
Que hace que matemos nuestros Sueños.
1. El Miedo. V 3 “Y arreció la batalla
contra Saúl, y le alcanzaron los flecheros, y tuvo gran temor de ellos” Saúl
tenía miedo de sufrir en manos de sus enemigos. El miedo al fracaso, a
equivocarnos o a fallar hace que nos estanquemos.
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1.1. Una forma de matar nuestros sueños es huyendo, en
lugar de enfrentar lo que nos está llevando al fracaso.
·
1.2. El miedo nos lleva a siempre vivir de excusas,
las excusas son una forma de evadir la realidad.
2. El qué dirán o el miedo a la
burla hace que dejemos de Luchar. V 4 “Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y
traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y
me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces
tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella” Saúl prefirió morir a
tener que luchar hasta el final.
3. La Falta de Tiempo. Muchas
personas nos ocupamos en tantas cosas que no tenemos tiempo para luchar por lo
que queremos. La palabra de Dios dice que para todo hay tiempo lo único que se
necesita es ser organizado. Eclesiastés 3: 1-3 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que
se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir;
tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo
de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;”
4. Ocuparnos tanto de los demás que
se nos olvida nuestros sueños. Cantares 1: 6 “No reparéis en que soy
morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron
contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no
guardé.” Debemos ayudar sin dañarnos a nosotros mismos.
5. El acomodamiento el estar en una
zona de confort. Josué 7: 10 “Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así
sobre tu rostro?” no es que a Dios le molestara que Josué se postrara. El
problema es que muchos cristianos nos súper espiritualizamos tanto que ya no
hacemos nada, todo se lo dejamos a Dios.
6. El creer que todo está perdido.
2 Corintios 4: 8-9 “que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en
apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero
no destruidos;” cuando perdemos la esperanza no ya no tenemos ganas de
seguir luchando y nos resignamos a la mediocridad.
7. El mirar atrás o al pasado.
Filipenses 3: 13 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero
una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo
que está delante,” si lo que esta atrás no sirve para impulsarnos para el
futuro es mejor olvidarse y dejarlo bien atrás.