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1 Samuel 31. Destruyendo Sueños


 La mayoría de los seres humanos tenemos metas que queremos alcanzar.

Pero, así como hay personas que desean lograr metas, se preparan y luchan por conseguirlo, también hay personas expertas en destruir sus sueños y los sueños de los demás.

Muchas de las personas destructoras de sus sueños y de los demás tienen un mismo común denominador, se creen las víctimas de las circunstancias que pueden estar viviendo. Siempre tienen una excusa para culpar a los demás y no mirar sus propios errores.

Que haya personas que quieran matar nuestros sueños es normal, lo más preocupante es que los principales enemigos de nuestros sueños somos nosotros mismos.

Los sueños de Saúl de ser rey por siempre los mato el mismo, es decir el tomo la decisión de matarse. V 4, 6 “Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella, Así murió Saúl en aquel día, juntamente con sus tres hijos, y su escudero, y todos sus varones.

Que hace que matemos nuestros Sueños.

1. El Miedo. V 3 “Y arreció la batalla contra Saúl, y le alcanzaron los flecheros, y tuvo gran temor de ellos” Saúl tenía miedo de sufrir en manos de sus enemigos. El miedo al fracaso, a equivocarnos o a fallar hace que nos estanquemos.

·         1.1. Una forma de matar nuestros sueños es huyendo, en lugar de enfrentar lo que nos está llevando al fracaso.

·         1.2. El miedo nos lleva a siempre vivir de excusas, las excusas son una forma de evadir la realidad.

2. El qué dirán o el miedo a la burla hace que dejemos de Luchar. V 4 “Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella” Saúl prefirió morir a tener que luchar hasta el final.

3. La Falta de Tiempo. Muchas personas nos ocupamos en tantas cosas que no tenemos tiempo para luchar por lo que queremos. La palabra de Dios dice que para todo hay tiempo lo único que se necesita es ser organizado. Eclesiastés 3: 1-3 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;

4. Ocuparnos tanto de los demás que se nos olvida nuestros sueños. Cantares 1: 6 “No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró.  Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé.” Debemos ayudar sin dañarnos a nosotros mismos.

5. El acomodamiento el estar en una zona de confort. Josué 7: 10 “Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro?” no es que a Dios le molestara que Josué se postrara. El problema es que muchos cristianos nos súper espiritualizamos tanto que ya no hacemos nada, todo se lo dejamos a Dios.

6. El creer que todo está perdido. 2 Corintios 4: 8-9 “que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;” cuando perdemos la esperanza no ya no tenemos ganas de seguir luchando y nos resignamos a la mediocridad.

7. El mirar atrás o al pasado. Filipenses 3: 13 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,” si lo que esta atrás no sirve para impulsarnos para el futuro es mejor olvidarse y dejarlo bien atrás.

Todos tenemos sueños o metas que alcanzar no dejes que tus temores y prejuicios acaben con tus deseos.  Jesucristo no nos quita los problemas, pero si nos ayuda a luchar para superarlos y alcanzar nuestras metas.

EMISORA PAN DE VIDA