La mayoría de los cristianos consideramos que por ser cristianos por lógica seguimos a Jesucristo o a Jehová su padre.
No por ser habitantes del pueblo de Israel todos eran
israelitas. Romanos 9: 6-7 “No
que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de
Israel son israelitas, 7 ni por ser descendientes
de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.”
Otros deciden pertenecer a una determinada
denominación porque va detrás de un hombre, de una mujer o simplemente tras de
un trabajo.
Cuál es tu dios o cual es nuestro
dios en realidad, el dinero, los milagros los hombres o Jesucristo.
El pueblo de Israel estaba pasando
por un momento difícil en cuanto a tomar una decisión. Tenían que decidir si
servir a Jehová o a los dioses falsos. V 21 “Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis
vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en
pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.” claudicar es renunciar, vacilar,
dudar.
Todos los siervos de Dios tenían
que tomar la decisión de a quien servir. Josué 24: 15 “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a
quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando
estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra
habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” Si por algún momento nos
vimos obligados a congregarnos siguiendo a cualquiera de esos dioses falsos, sería
bueno que hagamos un alto en el camino y nos obliguemos a seguir a Jesucristo
nuestro verdadero Dios.
Si te congregas en alguna denominación
solo porque crees que tienes asegurado la comida o el dinero, que va a pasar
contigo cuando ese dios falso se te derrumbe.
Recuerda no todo el que se congrega
es cristiano, para entrar al reino de los cielos se necesita mucho más que tan
solo mencionar el nombre de Jesús. Mateo 7: 21 “No
todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: más el
que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.”
Como seguir a nuestro Dios verdadero.
1. No dejarse dominar por el miedo.
V 15-16 “Y le dijo Elías: Vive
Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que hoy me mostraré a
él. 18:16 Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el aviso;
y Acab vino a encontrarse con Elías” Acab buscaba a Elías para matarlo,
pero Elías estaba dispuesto a enfrentarlo. No permitas que los adoradores
falsos se aprovechen de tu necesidad para alejarte de seguir al Dios verdadero.
2. Teniendo Templanza. V 17-18 “Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que
turbas a Israel?
18:18 Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre,
dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.” Elías no
se dejaba amedrentar de las necesidades o de los diferentes problemas.
3. Estando seguros que es Jesucristo
quien nos defiende de nuestros enemigos. V 19 “Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y
los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de
Asera, que comen de la mesa de Jezabel.” Cuando estamos seguros de a que Dios
seguimos no nos da miedo defender nuestra doctrina. A si estemos pasando por
dificultades.
4. Disponiéndonos a servir cuando
todo parece estar fallando. V 30 “Entonces
dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y él
arregló el altar de Jehová que estaba arruinado.” Los que siguen a doses
falsos no son ayuda en la congregación, son estorbo, cuando tienen dificultades
huyen.
5. Estando seguros que Dios actúa
en lo sobrenatural. V 23 “Dénsenos, pues,
dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña,
pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre
leña, y ningún fuego pondré debajo” solo en las dificultades es cómo
podemos experimentar el poder sobrenatural de Jesucristo.
Entre más difícil sea la situación que
estemos viviendo más seguros debemos estar del poder sobrenatural de Dios. V 34
“Y dijo: Llenad cuatro cántaros de
agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra
vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la
tercera vez”
Cuál es la motivación que tienes
para congregarte, el amor a Jesucristo, la necesidad económica y emocional que
tienes, el no perder el respaldo de tus familiares y amigos. Si descubres cual
es tui motivación, sabrás a que dios sigues.