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1 Reyes 1. Equivocaciones de Padre

 

Por amor a nuestros hijos somos capaces de hacer cualquier cosa, incluso hasta equivocarnos. Por amor a nuestros hijos muchas veces también nos equivocamos a la hora de formarlos.

Como educar de manera correcta a nuestros hijos es una de nuestras principales preocupaciones.

Saber qué hacer y cómo afrontar cada situación con nuestros hijos no es fácil ni hay recetas fáciles para lograrlo.

Por esta razón es mucho más fácil aprender de nuestros errores, es mejor aprender de que cosas no debemos hacer para que nuestros hijos no se pierdan.

El rey David era un ejemplo de líder es más su corazón era conforme al de Jehová, pero a pesar de su buena relación con Dios se equivocó como padre y eso causo que algunos de sus hijos tomaran malas decisiones.

Equivocaciones que Cometemos los Padres.

1. No Corregir de Manera Oportuna. V 6 “Y su padre nunca le había entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así? Además, éste era de muy hermoso parecer; y había nacido después de Absalón” David nunca le llamaba la atención de lo malo que el hacía. Hoy en día es muy común ver que ya no son los padres los que determinan que comprarles a sus hijos que son muy pequeños. Esto no quiere decir que se tenga siempre que imponer.

2. No Saber que hacen nuestros hijos. V 11 “Entonces habló Natán a Betsabé madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que reina Adonías hijo de Haguit, sin saberlo David nuestro señor?” el estar muy ocupado hace que muchas veces nosotros no tengamos tiempo para estar con nuestros hijos y saber de sus actividades.

3. No estar de acuerdo entre los Padres. V 13 “Ve y entra al rey David, y dile: Rey señor mío, ¿no juraste a tu sierva, diciendo: ¿Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará en mi trono? ¿Por qué, pues, reina Adonías?” el error más común entre los padres es no ponerse de acuerdo antes de emitir una orden a sus hijos. La madre dice una cosa y el papá dice otra. Mientras los padres discuten en cuanto quien tiene la razón ya el hijo ha tomado su propia decisión.

4. Sobreproteger. La sobreprotección hace que las personas sean mediocres e inútiles. David no quería que su hijo sufriera. V 6 a “Y su padre nunca le había entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así?” muchos padres dicen: “yo no quiero que mi hijo sufra como yo sufrí” el pensar de esta manera hace que complazca todos los caprichos de sus hijos.

5. Ignorar a Nuestros Hijos. 2 Samuel 14: 28 “Y estuvo Absalón por espacio de dos años en Jerusalén, y no vio el rostro del rey.” son muchas las razones por las cuales podemos ignorar a nuestros hijos. Las más comunes.

5.1. No tenemos Tiempo llevados por nuestras ocupaciones. La palabra de Dios dice que para todo hay tiempo. Eclesiastés 3: 1-3 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

5.2. Estamos enojados con ellos y queremos hacer sentir nuestra autoridad. Recuerda que la mejor forma para resolver nuestros conflictos es hablando. Efesios 4: 26 “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,

6. Comparar. Esto causo que los hermanos de José lo odiaran. Génesis 37: 3-4 “Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente.” cada uno de nuestros hijos tienen dones, talentos y formas de pensar y actuar diferentes por lo tanto debes tratar a cada uno de ellos de manera especial y diferente.

7. Prometer y no cumplir. Eclesiastés 5: 5-6 “Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?” el prometer y no cumplir hace que nos pierdan el respeto y la honra.

7.1. Prometer y no cumplir: Regalos o Gratificaciones. Esto causa dolor en el corazón de los demás y también genera desconfianza.

7.2. No Prometas Castigos que n o vas a cumplir. Esto hace que perdamos autoridad sobre nuestros hijos y lo más grave es que en ellos se genera sentimientos de burla.

Solo Jesucristo puede decirnos que hacer en nuestra función de padres, Jesucristo nos puede enseñar sobre qué hacer con nuestros hijos. Jueces 13: 8 “Entonces oró Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de hacer con el niño que ha de nacer.

A demás de no hacer las equivocaciones ya mencionadas anteriormente La única forma que tenemos para ser unos buenos padres y no cometer tantos errores en su formación es pidiéndole a Jesucristo que nos guie y nos diga que tenemos que hacer como padres.

EMISORA PAN DE VIDA