Que seamos victoriosos en cristo no significa que nunca tengamos problemas, es más sin problemas o sin batallas no nos podríamos llamar victoriosos. A pesar de todo el amor que Jehová le tiene a su pueblo, Israel estaba pasando por muy grandes problemas, los enemigos eran mucho más fuertes y amenazaban con quitarle todo. V 2-3 “Y envió mensajeros a la ciudad a Acab rey de Israel, diciendo: Así ha dicho Ben-adad: Tu plata y tu oro son míos, y tus mujeres y tus hijos hermosos son míos.”
Muchas veces nos sentimos de esa misma forma parece que todo
está perdido y que todas las cosas van de mal en peor. V 6 “Además, mañana a estas horas enviaré yo a ti mis siervos,
los cuales registrarán tu casa, y las casas de tus siervos; y tomarán y
llevarán todo lo precioso que tengas.”
Por muy desesperante que parezca lo
que estamos viviendo y por muy grandes que parezcan nuestros problemas,
Jesucristo siempre estará listo para ayudarnos. V 13 “Y he aquí un profeta
vino a Acab rey de Israel, y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿Has visto esta gran
multitud? He aquí yo te la entregaré hoy en tu mano, para que conozcas que yo
soy Jehová.”
Dios hace lo que tiene que hacer,
él nos da la victoria el problema es que muchos no saben cómo mantener esa
victoria y más se demoran en obtener un favor de Dios que ya lo están
perdiendo.
Como somos victoriosos en Cristo
1. Aceptando que las batallas son
normales en la vida de cada persona. V 14 “Y respondió Acab: ¿Por mano de quién? Él dijo: Así
ha dicho Jehová: Por mano de los siervos de los príncipes de las provincias. Y
dijo Acab: ¿Quién comenzará la batalla? Y él respondió: Tú.” cada vez
que anhelemos algo en nuestra vida debemos saber que tendremos que batallar.
Que Jesucristo nos de la victoria
no significa que nosotros no tengamos que hacer nada, si fuera así entonces no
se llamaría victoria. V 21 “Y salió el rey de Israel, e hirió la gente de a caballo, y
los carros, y deshizo a los sirios causándoles gran estrago”
2. Preparándonos. V 22 a “Vino luego el profeta
al rey de Israel y le dijo: Ve, fortalécete,” ser excelente no es ser perfecto
ser excelente es luchar por cada día ser mejor. Si hoy obtuviste una victoria, maravilloso,
pero mientras disfrutas de la victoria deberías nunca bajar la guardia y
mantenerte en preparación.
3. Analiza lo que tienes y la forma
como lo Obtuviste. V 22 b “y considera” hacer esto nos permite no confiarnos y buscar
mejorar.
La sociedad, el mundo o la ciencia
se mantiene en constante evolución y solamente los que le pueden mantener el
ritmo pueden avanzar y alcanzar sus sueños.
4. Siempre cuida lo que Haces. V 22
c “y mira lo que hagas;
porque pasado un año, el rey de Siria vendrá contra ti” si no
estamos seguros de lo que hacemos nunca nos podremos recuperar en caso de una
caída.
Los que nunca han caído
probablemente el día en que caigan por primera vez no se vuelvan a levantar,
los que se han caído y se han levantado, el quedarse caído nunca será su
opción.
Las personas que han logrado
acumular grandes fortunas por obra del azar y no por saber lo que estaban
haciendo nunca tendrán posibilidad de recuperarse en caso de una quiebra
financiera. El que hizo su fortuna a punta de esfuerzo y sabiendo lo que hace
siempre tendrá más oportunidades de recuperarse en caso de que pierda lo que
tiene.
5. Cree que, así como hay tiempos
de abundancia también pueden llegar tiempos de escases. Esto nos permite ser
previsivos. Génesis 41: 35-36 “Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen,
y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y
guárdenlo, Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete
años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de
hambre”
Ser victoriosos en Cristo no
significa que siempre ganaremos nuestras batallas o que nunca tendemos
problemas, ser victoriosos en Cristo significa que él, nos entrena y nos da
fuerzas para pelear nuestras batallas.