Por lo general siempre escuchamos hablar de un corazón terco.
Pero también es necesario que
hablemos de un oído terco, es decir de aquellas personas que solo escuchan lo
que les conviene, se enojan cuando no escuchan lo que quieren.
El querer escuchar tan solo lo que
nos conviene hace que tengamos mala convivencia con los demás, no nos gusta
escuchar razones, siempre creemos tener la Razón.
Que sucede cuando tenemos un oído terco.
1. Nadie puede ser sincero con
Nosotros. V 11-12 “Y Sedequías hijo de Quenaana se había hecho unos cuernos de
hierro, y dijo: Así ha dicho Jehová: Con éstos acornearás a los sirios hasta
acabarlos Y todos los profetas profetizaban de la misma manera, diciendo: Sube
a Ramot de Galaad, y serás prosperado; porque Jehová la entregará en mano del
rey” una persona a quien tan solo le hablan lo que le gusta escuchar lo
mantienen siempre engañado.
2. Perdemos el Respeto y lo único
que nos tienen es Miedo o lastima. V 13 “Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías, le
habló diciendo: He aquí que las palabras de los profetas a una voz anuncian al
rey cosas buenas; sea ahora tu palabra conforme a la palabra de alguno de
ellos, y anuncia también buen éxito”
2.1.
Prefieren tenernos contentos, pero no hablar con nosotros
2.2. Están
con nosotros solo porque les toca no porque quieran estar. Lo más triste para
cualquier persona es saber que los demás están con nosotros solo porque no
tienen otra opción.
3. Nos Volvemos Insoportables, si
nos dicen la verdad nos enojamos si nos dicen mentiras para alegrarnos nos
enojamos. V 16 “Y el rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces he de exigirte que
no me digas sino la verdad en el nombre de Jehová?”
4. Nos Volvemos Insatisfechos nada
nos agrada. V 18 “Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te lo había yo
dicho? Ninguna cosa buena profetizará él acerca de mí, sino solamente el mal.” los que
quieren siempre tener la razón creen que todo mundo está equivocado menos
ellos, son capaces de ensuciar a los demás con tal de ellos parecer limpios.
5. Queremos controlar la vida de
los Demás. V 26-27 “Entonces el rey de Israel dijo: Toma a Micaías, y llévalo a
Amón gobernador de la ciudad, y a Joás hijo del rey; y dirás: Así ha dicho el
rey: Echad a éste en la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de
aflicción, hasta que yo vuelva en paz” para tener a alguien a nuestro
lado no necesitamos encarcelarlo.
La mejor forma de vivir bien con alguien
es reconociendo que nos equivocamos y que podemos corregir la humildad nos da
gracia delante de los demás.
6. Nos escondemos de nuestras
obligaciones y Responsabilidades. V 30 “Y el rey de Israel
dijo a Josafat: Yo me disfrazaré, y entraré en la batalla; y tú ponte tus
vestidos. Y el rey de Israel se disfrazó, y entró en la batalla”
7. Metemos a otros en Problemas. V
32-33 “Cuando los capitanes
de los carros vieron a Josafat, dijeron: Ciertamente éste es el rey de Israel;
y vinieron contra él para pelear con él; más el rey Josafat gritó. Viendo
entonces los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, se apartaron
de él.”
8. Siempre Causamos nuestro propio
Mal. V 34-35 “Y
un hombre disparó su arco a la ventura e hirió al rey de Israel por entre las
junturas de la armadura, por lo que dijo él a su cochero: Da la vuelta, y
sácame del campo, pues estoy herido. Pero la batalla había arreciado aquel día,
y el rey estuvo en su carro delante de los sirios, y a la tarde murió; y la
sangre de la herida corría por el fondo del carro.”
Una persona que tan solo le gusta
escuchar lo que le conviene se convierte en alguien terco, no escucha razones,
se mete en problemas y hace que otros también tengan problemas. Antes de actuar
o tomar decisiones escucha Dios te quiere hablar.