La mayoría de los seres humanos cuando estamos enamorados decimos, mi corazón le pertenece a fulano o a fulana.
O decimos yo le pertenezco a… o
ella o el me pertenece.
Lógicamente dependiendo de a quien
creemos pertenecerle es nuestro comportamiento.
Jesucristo es muy claro cuando
asegura que él nos compró y no por cualquier valor, el nos compro a precio de
sangre.
El habernos comprado por sangre nos convierte en su
propiedad. 1 corintios 6: 20 “Porque
habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y
en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
Cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón no
solo cambiamos de lugar de congregación o de jerga normal a una jerga
cristiana. No solo aprendemos a decir aleluya, cristo vive, también aceptamos
pertenecerle a él.
El adagio popular dice: las cosas se parecen a su
dueño, si Jesucristo es nuestro dueño cada vez debemos parecernos más a él.
Por eso el apóstol pablo asegura que el imita a Jesucristo
y que nosotros debemos hacer lo mismo. 1 corintios 11: 1 “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.”
Que Implica pertenecerle a
Jehová.
1. Tener Obediencia absoluta. 2
Reyes 10: 6-7, 25 “El entonces les escribió la segunda vez, diciendo: Si sois
míos, y queréis obedecerme, tomad las cabezas de los hijos varones de vuestro
señor, y venid a mí mañana a esta hora, a Jezreel. Y los hijos del rey, setenta
varones, estaban con los principales de la ciudad, que los criaban.”
·
1.1.
La obediencia a Jehová debe ser incondicional y sin cuestionamientos. V 25 “Y después que acabaron
ellos de hacer el holocausto, Jehú dijo a los de su guardia y a los capitanes:
Entrad, y matadlos; que no escape ninguno. Y los mataron a espada, y los
dejaron tendidos los de la guardia y los capitanes. Y fueron hasta el lugar
santo del templo de Baal,”
·
1.2. En este caso la orden era matar a todos los
adoradores de Baal, en nuestro caso la orden no es matar a otros de manera
física, pero si débenos matar a todo aquello que nos contamina y nos aleja de
Jesucristo.
Que cosas debemos matar de
Nosotros.
1.Toda mala actitud que nos impide
tener una buena relación y convivencia con los demás. Efesios 4: 31 “Quítense
de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.”
·
1.1. La gritería, la amargura el enojo constante hace
que nos volvamos insoportables. Nadie es feliz con una persona con estas
características.
2.La pereza. Proverbios
21:25: “El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar.” Jesucristo a todos nos dio dones y
talentos a través de los cuales podemos prosperar, pero la pereza hace que esto
sea imposible.
3.La envidia y las
contiendas. 1 Pedro 2:1: "Dejando pues toda malicia, y todo engaño, y
fingimientos, y envidias, y todas las detracciones." La envidia hace que nos disfrutemos lo que
tenemos por estar anhelando lo que no tenemos.
·
3.1. La envidia es
la causante de la infelicidad y la amargura.
Pertenecer a Jehová
es tener la capacidad de cada día hacer morir de nosotros, todo aquello que nos
aleja de Jesucristo, de los demás y sobre todo nos aleja cada día mas de
nuestra propia felicidad.