La muerte que sufrió el Rey Saúl fue Física, pero cuando hablamos de muerte no necesariamente nos referimos a muerte física además de esta muerte también hay muerte de nuestros propósitos seculares o espirituales. Ya bastante hemos estudiado sobre la vida de Saúl por lo tanto ya sabemos que él fue alcanzado por los flecheros y que en lugar de seguir luchando prefirió pedir que lo mataran y al no tener ayuda prefirió el mismo quitarse la vida. V 4 “Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y hagan escarnio de mí; pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada, y se echó sobre ella. ”
Lo más preocupante en la muerte de
nuestros propósitos es que en muchas ocasiones no son otros quienes lo hacen,
somos nosotros mismos quienes los acabamos.
Porque se mueren
los Propósitos.
1. Desobediencia. V 13 a “Así murió Saúl por su
rebelión con que prevaricó contra Jehová,” en este caso la desobediencia fue
a Dios, pero la desobediencia a las diferentes normas que nos permiten triunfar
nos lleva al fracaso.
Hay algunas razones por las cuales
nos convertimos en desobedientes de lo que tenemos que hacer.
1.1. La Impaciencia.
1 Samuel 13: 8 “Y él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había
dicho; pero Samuel no venía a Gilgal, y el pueblo se le desertaba” el no
saber esperar con calma nos hace tomar malas decisiones.
1.2. Las
Excusas. Jeremías 1: 7 “Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo
que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande” las
excusas nos hacen quedar bien, pero nos impiden desarrollarnos y crecer.
1.3. Apego
a las cosas del Mundo. Génesis 19: 26 “Entonces la mujer de
Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.” El mirar hacia atrás nos estanca y nos impide
avanzar hacia nuestras metas o propósitos.
2. Consultar a las personas
equivocadas. V 13 b, 14 “contra la palabra de Jehová, la cual no guardó, y porque
consultó a una adivina; y no consultó a Jehová; por esta causa lo mató, y
traspasó el reino a David hijo de Isaí.” A nivel
espiritual podemos apoyarnos en otros dioses llamadas imágenes o estampas.
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2.1. A nivel secular consultamos con personas que no
tienen ninguna experiencia en los propósitos que queremos alcanzar.
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1.2. La palabra de Dios dice que por los frutos los
conoceremos. Mateo 7: 16-17 “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se
recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 7:17 Así, todo buen
árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.” Si la
persona a quien consultas tiene un hogar destruido o su vida personal es un
desastre lo mas probable es que sus consejos no sean los mas acertados.
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1.3. Lo mas aconsejable seria que antes de pedir
consejo a alguien, deberías mirar muy bien como es su forma de vivir y de
tratar a los demás, esos son sus frutos.
3. Pensamientos negativos. La
Recomendación de Pablo es que en nuestra mente siempre tengamos pensamientos
positivos. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
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3.1. De nuestra forma de pensar depende en gran parte
que tengamos una vida de éxito o una vida de fracaso.
Hay muchas personas expertas en
matar nuestros sueños, nuestras ilusiones y nuestros propósitos, pero lo mas
triste es que en muchas ocasiones somos nosotros mismos quienes lo hacemos,
depende de nuestra forma de pensar y de nuestra actitud que logremos nuestras metas
o fracasemos en el Intento.