La imprudencia es la falta de precaución a la hora de hacer algo. Por lo tanto, incluso la gente preparada, formada y facultada para llevar a cabo una acción puede incurrir en ella, ya que es fruto de acciones apresuradas, que asumen riesgos innecesarios o no toman en cuenta las debidas precauciones. Muchas personas llevadas por el afán de querer ayudar a los demás comete imprudencias que los lleva a tomar decisiones equivocadas atentando contra si mismo.
Josías era una persona cautelosa
que cuando empezó su Reinado todo lo que hacía lo hacía bien. 34: 1-2 “De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y
treinta y un años reinó en Jerusalén. 34:2 Este hizo lo recto ante los ojos de
Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse a la derecha
ni a la izquierda.”
Después de que Josías hizo todo lo
que a Dios le agradaba uno de sus vecinos salió a la guerra y aunque Josías
nada tenía que ver salió contra él. 35: 20 “Después
de todas estas cosas, luego de haber reparado Josías la casa de Jehová, Necao
rey de Egipto subió para hacer guerra en Carquemis junto al Eufrates; y salió
Josías contra él.”
Que nos hace cometer Imprudencias.
1. El no consultar a Dios o a los
demás, Nos acostumbramos tanto a la bendición de Dios que nos volvemos
confianzudos y creemos que el ayudarnos es una obligación de Dios. Josías
simplemente tomo la decisión de salir a la guerra. V 20 b “y salió Josías contra él”
2. No escuchar la voz de Dios a
través de otros. V 21 “Y Necao le envió
mensajeros, diciendo: ¿Qué tengo yo contigo, rey de Judá? Yo no vengo contra ti
hoy, sino contra la casa que me hace guerra: y Dios me ha dicho que me
apresure. Deja de oponerte a Dios, quien está conmigo, no sea que él te
destruya.” con los
años en lugar de agudizarse el oído del cristiano muchas veces se atrofia y ya
no escucha.
3. No querer ver la verdad, el
disfrazar nuestros actos delante de Dios. V 22 “Mas Josías no se retiró, sino que se disfrazó para darle batalla, y no
atendió a las palabras de Necao, que eran de boca de Dios; y vino a darle la
batalla en el campo de Meguido.” una persona imprudente siempre ve las cosas como le
conviene y no como deben ser.
No importa cuánto tiempo lleves
caminando por el sendero correcto, si al final te desvías simplemente te
pierdes o el destino será diferente. El destino del buen Josías el que toda su
vida fue correcta fue la muerte. V 23-24 “Y
los flecheros tiraron contra el rey Josías. Entonces dijo el rey a sus siervos:
Quitadme de aquí, porque estoy herido gravemente.
35:24 Entonces sus siervos lo
sacaron de aquel carro, y lo pusieron en un segundo carro que tenía, y lo
llevaron a Jerusalén, donde murió; y lo sepultaron en los sepulcros de sus
padres. Y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías.”
La salvación no se la obtiene solo
con recibir a Cristo en nuestro corazón, es necesario perseverar hasta el
final. Mateo 24: 13 “Mas el que
persevere hasta el fin, éste será salvo.”
Moisés toda su travesía por el desierto
fue fiel pero un solo error al final fue suficiente para no entrar a la tierra
por la cual lucho toda su vida. Deuteronomio 3: 27 “Sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos al oeste, y
al norte, y al sur, y al este, y mira con tus propios ojos; porque no pasarás
el Jordán.”
Nunca te confíes siempre debes
luchar hasta el final un buen futbolista sabe que en el último segundo cuando
ya el árbitro se lleva el pito a la boca algo puede pasar si alguien se atreve
a patear al arco contrario.