La palabra dignidad proviene del latín dignitas, que significa excelencia, nobleza y/o valor. Por tanto, La definición de dignidad personal hace referencia al valor y respeto por uno mismo como ser humano. Por una parte, implica tratarnos con respeto, seriedad, responsabilidad y amabilidad. Y, por otra parte, implica hacernos valer como personas para que los demás no vulneren nuestros derechos.
Por tanto, la dignidad
personal es un indicador de cómo nos valoramos, el nivel de estima que nos
profesamos y hasta qué punto estamos dispuestos a llegar para defendernos e
impedir que nos pisoteen, humillen y/o degraden.
El conformismo puede ser una
tierra conocida donde nos sentimos relativamente seguros, pero debemos ser conscientes
de que no es un terreno donde pueda florecer la dignidad. Cada vez que nos
conformamos con menos, negamos parte de nuestra individualidad y valía.
Job estaba pasando por momentos difíciles,
pero estaba seguro de quien era y hacia respetar su dignidad. V 3 “También tengo yo
entendimiento como vosotros; No soy yo menos que vosotros; ¿Y quién
habrá que no pueda decir otro tanto?”
Como nos dignifica Jesucristo.
1. Amándonos a nosotros mismos. Mateo
22: 39 “Y el segundo es
semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” no podemos exigir que los
demás nos valoren si nosotros mismos no lo hacemos.
2. No creyéndonos menos que los
demás. 2 corintios 11: 5 “y pienso que en nada he
sido inferior a aquellos grandes apóstoles.” Los seres humanos somos
diferentes mas no inferiores.
3. Enseñándonos a pensar de manera
positiva o en cosas buenas. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es
verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo
lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en
esto pensad”
4. Estando seguros que es Jesucristo
quien nos saca del polvo. Salmos 113: 7 “Él levanta del polvo al pobre, Y
al menesteroso alza del muladar,” si quieres tener una vida de éxito nunca creas que
tu pasado por miserable que haya sido te hace indigno de avanzar.
5. Entendiendo que con
Jesucristo tenemos un nevo linaje. V 8 “Para hacerlos sentar con los príncipes, Con los
príncipes de su pueblo.” Con Jesucristo somo príncipes.
·
5.1. No basta con solo saber que con Jesucristo somos
príncipes, es necesario que lo vivamos y actuemos como tal.
·
5.2. Con Jesucristo ahora somos hechos de nuevo ya
las cosas viejas y que nos enlodaban quedaron atrás.
Las personas de fracaso son aquellas
que se avergüenzan de su pasado o de lo que son, por eso Jesucristo nos hace de
nuevo, un nuevo linaje una nueva vida, somos diferentes los unos de los otros,
pero nunca somos inferiores a los demás.
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