Nosotros somos hechos a la imagen y semejanza de Dios, esto quiere decir que tenemos muchas de sus características entre ellas el dominio propio.
Nosotros tenemos la capacidad o el
poder para hacer lo bueno o lo Malo
Dios no quiere robots programados
para hacer una determinada cosa, si fuera a si él nos hubiera programado para
que siempre hagamos el bien.
Todo lo que hagamos en este mundo
genera consecuencias sean buenas o malas esto depende de lo que hagamos.
Las cosas malas que hacemos generan
destrucción es decir tarde o temprano todo lo malo que hacemos se revertirá en
nosotros mismos. V 5 “Por tanto, Dios te destruirá para siempre; Te asolará y te
arrancará de tu morada, Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. Selah”
Jesucristo pone en nuestro corazón sentimientos
de bondad, con Jesucristo aprendemos hacer lo bueno, el alejarnos de Jesucristo
y confiar en nuestras fuerzas y propia capacidad es lo que nos lleva a tener
sentimientos de maldad. V 7 “He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, Sino
que confió en la multitud de sus riquezas, Y se mantuvo en su maldad.”
Las cosas buenas que hacemos
generan bendición es decir podemos disfrutar nuestra vida en todo momento y en
cualesquiera que sean las circunstancias. V 8-9 “Pero yo estoy como
olivo verde en la casa de Dios; En la misericordia de Dios confío eternamente y
para siempre. Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así; Y esperaré en
tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.”
Hay una razón poderosa que nos
obliga hacer sea lo bueno o lo malo. Lo que nos mueve a que hagamos con pasión
lo que hacemos se llama Amor. Amamos hacer lo bueno o amamos hacer lo malo. V
3-4 “amaste el mal más que
el bien, La mentira más que la verdad. Has amado toda suerte de palabras perniciosas, Engañosa
lengua.”
La mayoría de los seres humanos
amamos hacer lo malo porque hacer lo bueno genera incomodidad.
Es más cómodo quedarse durmiendo a
tener que madrugar para hacer lo que tenemos que hacer.
Es más cómodo maldecir a alguien
que bendecir o tener que perdonar sus ofensas y darle otra oportunidad.
Es más cómodo hacer lo malo que
hacer lo bueno, es por esta razón que la mayoría de los seres humanos optamos
por hacer lo malo.
Como amar lo Bueno.
1. Piensa que hacer lo malo es placentero,
pero genera consecuencias desagradables para ti o para los demás. Cuando
hacemos lo malo vivimos bajo ansiedad y desesperación. El miedo a ser
descubiertos genera estrés y angustia.
2. Busca un Buen Propósito en lo
que Haces. Las cosas que no tienen ningún propósito para nosotros nos imposible
amar.
3. Conoce lo Bueno que quieres
hacer. Nadie se enamora de lo que no conoce, si quieres enamorarte de alguien,
de algo o de Dios tienes que intentar conocer lo que son.
Hacer el bien o el mal es nuestra
decisión, Dios nos dejó las dos alternativas para probar nuestra inteligencia y
nuestra sabiduría. Recuerda lo que dice el Apóstol Pablo todo nos es licito,
pero no todo nos conviene.