La mayoría de los seres humanos tenemos facilidad para creer, pero nos cuesta en gran manera confiar.
Creer es saber de lo que alguien es
capaz de hacer. En lo espiritual sabemos que Jesucristo puede hacer milagros,
en lo secular podemos saber de lo que alguien es capaz.
Confiar es tener la capacidad de
entregarnos a esa persona, en lo espiritual es tener la capacidad de
entregarnos en pleno a Jesucristo.
A eso le podríamos llamar creer.
Pero si alguien le pregunta que, si es capaz de el subirse a los hombros de esa
persona y pasar juntos por el cable, a esto le podríamos llamar confianza. Una
cosa es creer que él es capaz de pasar por el cable, y otra muy diferente es
tenerle la suficiente confianza como para poner nuestra vida en sus hombros.
Con Jesucristo sucede lo mismo
creer en él es relativamente fácil confiar en él es lo que a muchos les cuesta.
La confianza se desarrolla y se
manifiesta en los momentos de dificultad. V 3 “En el día que temo, Yo
en ti confío.” sin vivir momentos de dificultad sería imposible decir que
tenemos confianza.
Para que nos sirve la confianza en Dios.
1. Nos Permite Alabar de Corazón V
4 a “En Dios alabaré su
palabra;” la confianza en Dios, en nosotros y en lo que
hacemos nos da libertad, nos da la capacidad de poder disfrutar o en el caso
espiritual Alabar.
2. Perdemos el Miedo al Hombre. V 4
b “En Dios he confiado;
no temeré;
¿Qué puede hacerme el hombre?” el miedo paraliza e impide que
alguien avance. El hombre solo puede
meterse con nuestro cuerpo, Jesucristo puede matar nuestra alma es decir sin
Jesucristo no tenemos salvación. Mateo 10: 28 “Y no temáis a los que matan el
cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir
el alma y el cuerpo en el infierno.”
3. Dejamos que sea Dios quien se
encargue de nuestros enemigos. V 6-7 “Se reúnen, se esconden, Miran atentamente mis
pasos, Como quienes acechan a mi alma. Pésalos según su iniquidad, oh Dios, Y
derriba en tu furor a los pueblos.” cuando nosotros aprendemos a
dejar nuestras cargas en las manos de Jesucristo podemos actuar con más
libertad en lo que tenemos que hacer.
Es muy difícil para una persona
alcanzar sus sueños y propósitos cuando está preocupado y ocupado en defenderse
de los demás.
Nuestros principales enemigos no
son los que están afuera, nuestros principales enemigos están dentro de
nosotros, se llaman: temores, prejuicios y los diferentes miedos que nos
impiden avanzar.
4. Dios entiende nuestras
debilidades y temores y está siempre listo para ayudarnos. V 8 “Mis huidas tú has
contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?” nuestra
confianza en Cristo nos lleva a no fingir delante de él, él nos acepta tal como
somos y en el camino nos va transformando.
La única forma de mantenernos
firmes en nuestra fe cristiana, es si aprendemos a confiar en Jesucristo, los
que confían en Jesús saben que los problemas son inevitables, pero en ellos es
como se manifiesta el poder de Dios, los que solo creen en Cristo son
excelentes cristianos mientras no tengan problemas, el día en que sufren
aflicción se desaniman de seguir a Dios.