David era un guerrero acostumbrado a la guerra, no le tenía miedo a las flechas ni las espadas de acero, pero si le tenía miedo a la lengua de sus enemigos. V 1, 3 “Escucha, oh Dios, la voz de mi queja;
Guarda mi vida del temor del enemigo.
Que afilan como espada su lengua;
Lanzan cual saeta suya, palabra
amarga,”
Dios nos dio el poder en la lengua
tanto para hacer el bien como para hacer el mal, la decisión para que la
utilizamos es nuestra. Proverbios 18: 21 “La muerte y la vida están en poder
de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos”
El Peligro de una lengua sin Control.
1. Se Jacta de lo que no es.
Santiago 3: 5 a “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta
de grandes cosas.” vive una doble vida una su realidad y otra para quienes lo
ven o lo escuchan.
2. Forma grandes Problemas.
Santiago 3: b “He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego” una
pequeña palabra mal dicha puede dañar la vida de una persona.
3. En Nuestras fuerzas no la
podemos controlar. Santiago 3: 7-8 “Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de
serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza
humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede
ser refrenado, llena de veneno mortal” nuestra naturaleza pecaminosa nos
impulsa a utilizar la lengua para destruir, escuchamos un mal comentario de los
demás y en seguida nos da ganas de seguir criticando.
El adagio popular dice que demos
conectar nuestra lengua al cerebro antes de hablar. Algunos dicen que son muy
sinceros y que no tienen pelos en la lengua, esto es verdad no tienen pelos en
la lengua, pero parece que tienen cuchillas; cada vez que hablan hieren y
maltratan. Proverbios 12: 18 “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de
espada;
Mas la lengua de los sabios es medicina.”
Como Controlar nuestra Lengua…
1. Reconociendo que solo Jesucristo
nos puede ayudar. Salmos 141: 3- 4 “Pon guarda a mi boca, oh
Jehová; Guarda la puerta de mis labios. No dejes que se incline mi corazón a
cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de
sus deleites.”
2. Deseando hablar de manera
correcta. Salmos 19: 14 “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi
corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío” antes de
hablar deberíamos pensar cómo va a reaccionar esa persona con nuestras
palabras, que quiero causar en ella. Colosenses 4: 6 “Sea vuestra palabra
siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a
cada uno.”
3. Entendiendo que de nuestra forma
de hablar depende el estado de ánimo de los demás. Proverbios 15: 4 “La lengua apacible es
árbol de vida; Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.” Nuestra actitud se proyecta a través de
nuestra forma de hablar.
4. No Hablando con Personas que
acostumbran dañar con su boca. 1 corintios 15: 33 “No erréis; las malas
conversaciones corrompen las buenas costumbres.” Los seres humanos somos
influenciables, imitamos lo bueno o imitamos lo malo todo depende del medio en
el cual vivimos.
5. Creyendo que lo que decimos
impacta en la forma de ser de nosotros y de los demás. Nosotros declaramos como
queremos sentirnos. Joel 3: 10 “Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de
vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy.”
6. Cuidando nuestro corazón. Si
nuestro corazón esta alimentado de cosas malas, de nuestra boca solo saldrá
cosas malas. Lucas 6: 45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo
bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de
la abundancia del corazón habla la boca”
7. Aprendiendo a escuchar más y
hablar menos. Proverbios 13: 3 “El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que
mucho abre sus labios tendrá calamidad.” la mejor forma de mantener
una muy buena relación es si aprendemos a escuchar con atención antes de hablar
por emoción. Santiago 1: 19 “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para
oír, tardo para hablar, tardo para airarse;”
8. Entendiendo que de todo lo que
nuestra boca hable nosotros tendremos que vivir o pagar las consecuencias.
Mateo 12: 36-37 “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los
hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras
serás justificado, y por tus palabras serás condenado.”
Los seres humanos tendemos a
equivocarnos con más frecuencia cuando hablamos sin controlar lo que decimos,
no te dejes llevar por la emoción, primero tranquilízate, respira profundo y
piensa antes de hablar; que quieres hacer sentir a quien te va escuchar?