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Salmos 132. Templo habitación para Jehova

 

El templo sin la presencia de Dios no sería sino como cualquier edificación hecha de ladrillos o de cualquier material.

Cuando acudamos al templo debemos ir convencidos de que Jehová está en ese lugar, no porque sea tan pequeño que alcance en él.

No hay lugar que pueda contener la presencia de Dios, lo que Jehová prometió es que en el templo se manifieste su presencia. V 13- 14 “Porque Jehová ha elegido a Sion; La quiso por habitación para sí. Este es para siempre el lugar de mi reposo; Aquí habitaré, porque la he querido.” es la presencia de Dios en el templo lo que hace milagros.

No hay ningún hombre en la tierra que grite tan fuerte que pueda obligar a Jesucristo hacer milagros, si Jesucristo hace milagros es por amor y por misericordia. Isaías 48: 9 “Por amor de mi nombre diferiré mi ira, y para alabanza mía la reprimiré para no destruirte.

Importancia del Templo.

1. La atención de Dios sesta sobre la casa que la consagramos como templo. 2 crónicas 6: 20 “Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste, Mi nombre estará allí; que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar” por eso la recomendación del apóstol pablo es que nunca dejemos de congregarnos, recuerda que los seres humanos somos seres de costumbre nos acostumbramos a lo bueno o nos acostumbramos a lo malo. Hebreos 10: 25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca

2. Dios escucha nuestras oraciones en el cielo. 2 crónicas 6: 21 “Asimismo que oigas el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oración, que tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada: que oigas y perdones.” Dios valora que nosotros nos incomodemos para buscarlo, los seres humanos tendemos al facilismo, queremos grandes cosas, pero sin esfuerzo.

3. Dios hace justicia y perdona nuestros Pecados. V 22-23 “Si alguno pecare contra su prójimo, y se le exigiere juramento, y viniere a jurar ante tu altar en esta casa, tú oirás desde los cielos, y actuarás, y juzgarás a tus siervos, dando la paga al impío, haciéndole recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo al darle conforme a su justicia.” a Dios le aplacido perdonarnos cuando acudimos al templo, los verdaderos cristianos no cuestionamos y ni razonamos sobre las ordenanzas de Dios, simplemente las obedecemos a si no las entendamos.

4. Dios Restaura nuestra vida si hacemos el esfuerzo de ir al templo a confesar nuestro pecado. V 24-25 “Si tu pueblo Israel fuere derrotado delante de los enemigos, por haber prevaricado contra ti, y se convirtiere, y confesare tu nombre, y rogare delante de ti en esta casa, tú oirás desde los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y les harás volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.” Dios no solo quiere perdonar nuestros pecados para irnos al cielo o tener vida eterna, Jesucristo nos perdona para que podamos rectificar nuestro actuar, volvamos a empezar y podamos tener vidas de excelencia aquí en la tierra.

De nada sirve que los cristianos anhelemos un día vivir en el cielo si aquí en la tierra vivimos en un infierno porque no podemos soportarnos los unos a los otros.

Dios está en todo lugar, pero él quiere que al menos nos desacomodemos para buscar nuestro perdón. Jesucristo se desacomodo de tal manera que dio su vida por ti y por mí. Jesucristo nos demostró con su vida cuanto nos ama, ¿tú y yo que estamos dispuestos hacer para demostrarle nuestro amor?

5. Dios sana nuestras heridas tanto físicas como las heridas del alma. V 28-30 “Si hubiere hambre en la tierra, o si hubiere pestilencia, si hubiere tizoncillo o añublo, langosta o pulgón; o si los sitiaren sus enemigos en la tierra donde moren; cualquiera plaga o enfermedad que sea; Toda oración y todo ruego que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos hacia esta casa, Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y perdonarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, habiendo conocido su corazón; porque solo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres;” las heridas de nuestra alma son más difíciles de cicatrizar y sanar solo Jesucristo lo puede hacer. Una persona con el alma herida no puede perdonar ni tampoco pedir perdón.

6. Todos nuestros proyectos presentados delante de Jehová en el templo son amparados por Dios. V 34-35 “Si tu pueblo saliere a la guerra contra sus enemigos por el camino que tú les enviares, y oraren a ti hacia esta ciudad que tú elegiste, hacia la casa que he edificado a tu nombre, Tú oirás desde los cielos su oración y su ruego, y ampararás su causa.” no solo lleves quejas al templo también lleva tus planes y proyectos para que Jesucristo los haga realidad.

7. Los ojos y los oídos de Dios están atentos cuando Oramos en el templo. V 40 “Ahora pues, oh Dios mío, te ruego estén abiertos tus ojos, y atentos tus oídos a la oración en este lugar.” Dios escucha a quien toma la decisión de desacomodarse por amor a él.

No se trata de idolatrar el templo hecho por manos humanas, el templo no es objeto de Adoración, el templo es el lugar donde Dios ha destinado para que nosotros podamos tener mejor intimidad con él, ya que no tenemos las distracciones de la casa.  Tales como: celulares, televisión, timbre de la puerta. Etc.

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