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Isaías 41. Vivir como siervos de Dios.

 

Todos quienes hemos creído en Jesucristo tenemos la oportunidad de ser sus servidores al compartir la palabra o servir en algún ministerio en el lugar donde nos congregamos.

pero hay algunos a quienes Jesucristo por su misericordia nos llamó de manera personal para ser sus siervos, nos dio una orden puntual y concreta.

todos quienes nos consideramos siervos de Dios tenemos que sujetarnos a una forma de vida en cuanto a nuestro comportamiento.
  • Vivir una vida humilde, fiel, compasiva, íntegra, sacrificada, de servicio, de oración, de estudio de la Biblia, de testimonio y de misión.
  • Ofrecer nuestra vida en sacrificio vivo a Dios.
  • Renunciar a nuestros propios deseos y buscar primero el reino de Dios.
  • Está dispuesto a hacer sacrificios por el bien de los demás y a poner sus necesidades por encima de las nuestras.
  • Reconocer y aceptar la autoridad y el señorío de Dios sobre nuestra vida.
  • Poner a Cristo en el centro de nuestras vidas.

La mayoría de quienes hemos aceptado la Misión que Dios nos delegó, tenemos estorbos que tratan de impedir que cumplamos con la orden que hemos recibido.

Como debemos vivir para cumplir nuestra Misión.

1. Debemos estar seguros que fue Jesucristo quien nos llamó. V 9 “Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché.” No somos obra de la casualidad ni nos metimos a servir en nuestras fuerzas.

2. No dejándose dominar por el Miedo. V 10 a “No temas,” tener miedo es normal, dejarse dominar por el anormal.

3. Sintiendo siempre la presencia de Dios. V 10 b “porque yo estoy contigo” no se trata solo de saber que él está con nosotros, es necesario que lo sintamos con nosotros.

4. Nunca dejando de insistir en el llamado. V 10 c “; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;” Jesucristo es quien nos da fuerzas cuando sentimos haberlas perdido.

5. No es en nuestras fuerzas V 10 d “siempre te ayudaré,” No estamos solos Jesucristo siempre nos ayuda en lo que tenemos que hacer.

6. Nuestra provisión es de manera sobrenatural. V 10 e “siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Jesucristo nos da los recursos, humanos, técnicos y económicos.

7. Debemos estar seguros que Jesucristo se encarga de todos nuestros Opositores. V 11 “He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo” siempre habrá personas que hablaran mal de nosotros, pero Jesucristo los avergonzará.

8. Cuando nuestras fuerzas se acaban, debemos dejar que Jesucristo nos de su ayuda. V 13 “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo” las críticas y diferentes dificultades nos pueden debilitar, pero Jesucristo nos levanta con más fuerza.

9. Debemos sentirnos siempre importantes delante de Jesús. V 14 “No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor.” No importa cuánto se burlen de nosotros Jesucristo siempre nos dignifica.

No tengas miedo de servirle a Jesucristo, si él te llamo, él te respalda y te dota de todo lo necesario, no es en tus fuerzas, es en las fuerzas de Jehová.

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