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Jeremías 36. Mala Comunicación.


 La mayoría de los seres humanos fracasamos en lo que hacemos porque tenemos una mala comunicación.

Los problemas de comunicación en la sociedad, es uno de los retos más comunes que ocurre en las relaciones, esto puede deberse a distintos factores, por ejemplo: falta de confianza, falta de compromiso, no hay un intercambio de ideas adecuado, entre otros. para tener una buena comunicación se necesita mucho más que tan solo hablar.  

La mala comunicación también se genera cuando la conversación comienza a ser vacía, sin interés, no se pueden expresar libremente, etc.

La comunicación es una herramienta fundamental en nuestra vida cotidiana. Nos permite transmitir ideas, compartir información y establecer conexiones significativas con los demás. Sin embargo, cuando la comunicación falla, pueden surgir diversas problemáticas que afectan nuestras relaciones personales y profesionales

La consecuencia mas grabe de una mala comunicación es que no podemos entendernos y si no nos entendemos no podemos solucionar los diferentes problemas que pueden surgir en una relación.

Si no nos entendemos en una relación laboral no hay productividad y por lo tanto el fracaso seria inminente.

En lo familiar la convivencia se haría insoportable y lógicamente nunca llegaríamos a tener acuerdos que nos permitan vivir bien y en armonía, lo cual también nos lleva al fracaso.

Como se genera una mala Comunicación.

1.Cando perdemos la capacidad de Oír o escuchar. V 3 a “Quizá oiga la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles,” Solo a través de la corrección podemos llegar a la perfección.

2.Cuando nos negamos a corregir o arrepentirnos. V 3 b “y se arrepienta cada uno de su mal camino, y yo perdonaré su maldad y su pecado.

3.Cuando el escuchar correcciones nos Molesta. V 23 “Cuando Jehudí había leído tres o cuatro planas, lo rasgó el rey con un cortaplumas de escriba, y lo echó en el fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió sobre el fuego que en el brasero había.

El rey no quiso oír y destruyo el royo, lo quemo. Muchos de nosotros los cristianos también hacemos caso omiso a la palabra de Dios, no nos gusta las correcciones.

Cuando nosotros no queremos escuchar a los demás, tarde o temprano ellos tampoco van a querer escucharnos.  Proverbios 28: 9 “El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.” si nosotros no queremos escuchar a Dios él tampoco está interesado en escucharnos.

Poco a poco el no escuchar se nos vuelve costumbre y no nos importa lo que pueda suceder con quienes conviven con nosotros. V 24 “Y no tuvieron temor ni rasgaron sus vestidos el rey y todos sus siervos que oyeron todas estas palabras.

El éxito en toda relación, laboral, espiritual, familiar o social esta en mantener una excelente comunicación, no podemos avanzar, crecer o desarrollar nuestra relación si no nos entendemos.

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