Nuestra mente es una herramienta poderosa que nos ayuda a construir o a destruir.
Todo depende de cómo
la manejamos o lo que maquinamos.
La maldad no es algo que sale de
la noche a la mañana toda esa maldad que nosotros terminamos haciendo primero
fue fabricada o maquinada en nuestra mente. V 1 “¡Ay
de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la
mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder!”
Cuando nuestra mente fabrica cosas
malas nos convertimos en enemigos de los demás y en especial de Jesucristo. V 8
“El que ayer era mi pueblo, se ha levantado como
enemigo; de sobre el vestido quitasteis las capas atrevidamente a los que
pasaban, como adversarios de guerra.”
Lo que fabrica nuestra mente se
refleja en nuestra manera de comportarnos. Nuestra actitud se fabrica desde
nuestra mente.
Como fabricar cosas buenas en
nuestra Mente.
1. Cambiando nuestra manera de
pensar. Filipenses 4: 8 “Por lo demás,
hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad.”
2. Escogiendo que
miramos. Mateo 6: 22-23 “La lámpara del
cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de
luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si
la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?”
nuestro cerebro se activa para bien o para mal dependiendo de las imágenes que
le llegan a él.
3. Escogiendo que escuchamos. 1 corintios
15: 33 “No erréis; las malas conversaciones
corrompen las buenas costumbres.” Lo que escuchamos se aloja en nuestra
mente y después se convierte en Acción.
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3.1. Los seres Humanos somos Influenciables,
nuestro cerebro se programa de acuerdo a las palabras que entran en él. Si cada
mañana dices palabras de fracaso tus actos y tu comportamiento será de un
fracasado; si por lo contrario tus palabras cada día son de victoria esto te estimulara
a ser un Vencedor.
4. Escogiendo que tocamos. Samos
24: 3 – 4 “¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; El que
no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño.”
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4.1. La sensación que sienten nuestras manos es transportada
a nuestro cerebro y estas sensaciones son las que determinan nuestros actos.
5. Escogiendo con quien nos
relacionamos. 1 corintios 5: 11 “Más bien os
escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere
fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el
tal ni aun comáis.”
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5.1. Dependiendo con quien nos relacionamos es lo
que vemos y oímos, vemos y oímos cosas que nos llevan al fracaso o vemos y
oímos cosas que nos llevan a ser unos victoriosos.
6. Pidiéndole a Dios un nuevo
corazón. Ezequiel 36: 26 “Os daré corazón nuevo, y
pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón
de piedra, y os daré un corazón de carne.”
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6.1. Nuestros actos y lo que Hablamos sale de nuestro
Corazón. Mateo 15: 18 “Pero lo que sale de
la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre”
7. Pidiéndole a Dios un Nuevo
espíritu. Ezequiel 36: 27 “Y pondré dentro de
vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis
preceptos, y los pongáis por obra.”
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Solo el espíritu de Dios en nosotros hace que
cumplamos con su palabra. Sin la ayuda del Espíritu Santo sería imposible
hacerlo.
Dios nos ha hecho los seres más
poderosos de la tierra. Todo ese poder se concentra en nuestra mente. Nuestra
manera de pensar determina nuestra vida de éxito o nuestra vida de fracaso.
