Cada día es más común encontrar templos o salones llenos de gente gozándose de buenas alabanzas y otros congregándose por la necesidad de un milagro. Pero llegara el día cuando Jehová enviara hambre y sed de su palabra, entonces veremos una nueva generación de cristianos congregándose por amor a Dios. Tal cual como es el deseo de Jesucristo. Mateo 22: 37 “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.”
Como es seria un
pueblo Hambriento de Palabra.
1. La gente tiene necesidad de Buscar de Dios.
Miqueas 4: 1 “Acontecerá en los postreros tiempos
que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y
más alto que los collados, y correrán a él los pueblos.”
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1.1. El Pueblo de Dios no necesita que le estén Rogando o que le
preparen shows para congregarse.
2. El motivo para congregarse es el hambre y la sed
de aprender de la palabra de Dios, y el deseo vehemente de cumplir la ley de
Jehová. V 2 “Vendrán muchas naciones, y dirán:
Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos
enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la
ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.”
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1.1. ¿Qué te motiva a congregarte? Los milagros. La costumbre. Las
conferencias. El único motivo debería ser el aprender de la palabra de Dios
3. La gente anhela y acepta la soberanía de Dios. V
3 “Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a
naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y
sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán
más para la guerra.” Aceptar la soberanía de Dios es dejar que el
gobierne sobre mi vida y la vida de mi familia.
4. La obediencia es radical, sin importar las
creencias o las costumbres de los demás pueblos, o del mundo. V 5 “Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de
su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios
eternamente y para siempre.”
No importa si tú eres el uno por ciento de los que
se someten a la ley de Dios, no importa si el 99 por ciento del resto de los
que se llaman cristianos hacen lo contrario de lo que establece la ley de Dios,
lo importante es que tu marques la diferencia.
No importa lo que eras o lo que todavía eres, si
aceptas a Jesucristo en tu corazón. El gobernara sobre ti y tu vida cambiara. V
6-7 “En aquel día, dice Jehová, juntaré la que
cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí; 4:7 y pondré a la coja
como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre
ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre.”
No importa que todos estén en contra, toma la
decisión de someterte a Dios. V 11 “Pero ahora se
han juntado muchas naciones contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros
ojos su deseo en Sion.” El verdadero pueblo de Dios no se hace a los del
mundo solo para agradarlos, su principal deseo es agradar a Dios.
Pronto sentirás el respaldo y el poder de Dios. V
13 “Levántate y trilla, hija de Sion, porque haré
tu cuerno como de hierro, y tus uñas de bronce, y desmenuzarás a muchos
pueblos; y consagrarás a Jehová su botín, y sus riquezas al Señor de toda la
tierra.”
Todos dicen creer en Jesucristo, el solo creer no
nos convierte en el pueblo de Dios, de ti y de mi depende si queremos agradar a
Dios o a los del mundo. Jesucristo quiere un Pueblo especial que lo adore en
espíritu y en verdad a pesar de las dificultades y presiones de los del Mundo.
