Todos los que hemos recibido verdaderamente a Jesucristo en nuestro corazón lo que más queremos es hacer su voluntad, pues sabemos que ser cristiano es mucho más que tan solo congregarnos para recibir un milagro, ser cristiano es mucho más que tan solo creer en Cristo.
Si se tratara de tan solo creer los demonios nos llevarían ventaja porque ellos no solo creen también tiemblan ante la presencia de Dios. Santiago 2: 19 “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.”
Los cristianos debemos saber que cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón también aceptamos la responsabilidad de obedecer o hacer la voluntad de Dios.
Esto es una verdad pero también debemos reconocer otra verdad, y es que a pesar de que queremos obedecer a Jesucristo siempre terminamos haciendo lo contrario; es muy difícil hacer la voluntad de Dios en nuestras fuerzas, solo Jesucristo puede ayudarnos a obedecerle. V 10 “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;
Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.” en nuestras oraciones no solo le debemos exigir milagros, también a través de la oración podemos pedirle a Jesucristo que nos enseñe a obedecerle y hacer su voluntad.
Como Aprendemos hacer la voluntad de Dios.
1. Conociendo cual es la Voluntad. Oseas 4: 6 “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.” Nadie puede obedecer una ley que no conoce.
1.1. Oración. La oración no solo sirve para pedir o exigir un milagro, a través de la oración podemos pedir sabiduría y conocimiento.
1.2. Estudio de la Palabra. A través de la Oración nosotros le hablamos a Dios, y a través de la palabra Dios nos habla a nosotros.
2. Entendiendo que lo que Dios quiere para Nosotros es lo mejor. Jeremías 29: 11 “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” cuando nosotros no entendemos que lo que Dios quiere es lo mejor para nosotros nos resistimos a su voluntad y muchas veces lo consideramos injusto.
3. Aceptando que todo lo que tenemos es de Dios. 1 Corintios 8: 6 “para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.” cuando estamos seguros que lo que tenemos es por misericordia y amor de Dios, nos es imposible ser desobedientes y pasamos a ser agradecidos.
4. Siendo agradecidos. El agradecimiento es una fuerza que nos hace actuar a favor de la persona que nos ayuda en este caso Jesucristo. 1 Tesalonicenses 5: 18 “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”
5. Teniendo un Nuevo espíritu. El espíritu de Dios en nosotros es lo que nos lleva a obedecer, sin el espíritu de Dios en nosotros sencillamente seria imposible aceptar la voluntad de Dios. Ezequiel 36: 27 “Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.”
Hacer la voluntad de Dios en nuestras fuerzas sería imposible, es Jesucristo mismo quien nos capacita para que podamos obedecerle. A los seres humanos nos es difícil someternos a la voluntad sea de Dios o de cualquier otra persona solo el espíritu de Dios en nosotros nos hace obedientes.