Muchas veces tanto en lo espiritual como en lo secular sentimos que nadie nos escucha o que no quieren escucharnos.
Esto le sucedía al pueblo de Dios, Jehová había tomado la decisión de ya no escucharlos. V 11-12 “Me dijo Jehová: No ruegues por este pueblo para bien.
14:12 Cuando ayunen, yo no oiré su clamor, y cuando ofrezcan holocausto y ofrenda no lo aceptaré, sino que los consumiré con espada, con hambre y con pestilencia.”
No solo Jehová no quiere escucharnos también muchos de quienes están a nuestro lado han tomado la misma determinación ya no quieren escucharnos, más que lamentarnos o enojarnos deberíamos preguntarnos ¿porque ya no quieren escucharnos?
Jehová no se mueve por emociones como nosotros los seres humanos que cuando nos enojamos le quietamos el habla a los demás si Jehová no quiere hablarnos debemos entender que en algo estamos fallando por lo tanto debemos corregir.
Porque ya no nos Escuchan.
1. Cuando se Tiene Contienda por Todo. Tito 3: 9 “Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.” hay personas que parece que les encanta vivir en discordia, el discutir por todo se les ha convertido en una costumbre tanto que muchas personas prefieren hablar con ellas lo mínimo posible.
La única forma de estar bien con este tipo de personas es no hablando mucho con ellas ya que siempre tienen una razón o una excusa para discutir.
2. Nuestra Mala forma de Hablar. Colosenses 4: 6 “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno” a muchas personas no nos molesta lo que nos dicen, lo que nos molesta es la forma como nos las dicen.
Algunos excusan su grotesca forma de hablar diciendo que son muy sinceros y que no tienen pelos en la lengua; y eso es verdad no tienen pelos en la lengua pero parece que tuvieran cuchillas, cada vez que hablan hieren y ofenden.
3. Gritería. Efesios 4: 31 b “, gritería y maledicencia, y toda malicia.” el respeto de los demás no se lo gana con gritos, por lo contrario los gritos hieren y molestan.
4. Amargura. Efesios 4: 31 b “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira” es nuestra decisión si queremos vivir amargados o con una buena actitud, no dejes que las dificultades de la vida amarguen tu corazón.
5. Cuando nos Creemos más que los Demás. Romanos 12: 3 “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” las personas que se creen más que los demás siempre tienen una actitud de arrogancia y la arrogancia es lo que hace que las personas se alejen.
6. No Prestamos Atención cuando nos Hablan. Proverbios 22: 17 “Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios, Y aplica tu corazón a mi sabiduría;” cuando hables con alguien muestra interés por lo que te está diciendo, tal vez para ti eso no sea importante, pero para la persona que te está hablando si lo es.
7. No Escuchamos cuando nos Hablan. Lucas 5: 15-16 “Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.
5:16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba” cuando no tenemos tiempo para dedicarle a las personas que nos quieren hablar llegar un día en que ellos ya no van a querer hablarnos.
De nuestro comportamiento depende que nos querían escuchar o simplemente nos ignoren, de nuestra actitud depende que nos quieran o que nos aborrezcan. Si Jesucristo y las demás personas ya no quieren escucharnos en lugar de enojarnos deberíamos mirar en nosotros que cosas debemos corregir, de valientes es reconocer las equivocaciones. La única forma de conseguir la perfección es a través de la corrección.