Dios nos dio el poder en nuestros labios para bendecir o maldecir, maldecir se refiere a desear el mal o simplemente decir mal, hablar mal. Deuteronomio 11: 26-28 “He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido”
Con nuestra forma de hablar podemos bendecir o maldecir.
El termino maldición generacional no existe en la biblia. Éxodo 34:7. “que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”. Esto no significa que Dios les cobra a los hijos el pecado de los padres, más bien se refiere a que los padres podemos influenciar para bien o para mal en la vida de nuestros hijos hasta la cuarta generación.
Cada quien responde por lo que hace. Ezequiel 18: 20 “que visita la iniquidad de
los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y
cuarta generación” cada quien responde por sus actos pero podemos influenciar en lo que cada uno hace
Las decisiones que tomemos hoy pueden afectar mañana a nuestras generaciones. Hoy en día cuando la mayoría de los jóvenes deciden tener hijos a muy temprana edad, más todavía sus padres pueden con su manera de vivir afectar a varias generaciones. Proverbios 22:8 “El que sembrare iniquidad, iniquidad segará, Y la vara de su insolencia se quebrará”.
El pueblo de Dios estaba pasando por momentos muy difíciles, todo le salía mal. Y esto para muchos de nosotros tampoco es nada extraño, hoy también se viven situaciones similares. V 1-4 “Acuérdate, oh Jehová, de lo que nos ha sucedido; Mira, y ve nuestro oprobio. 5:2 Nuestra heredad ha pasado a extraños, Nuestras casas a forasteros. 5:3 Huérfanos somos sin padre; Nuestras madres son como viudas.” Cada día los tiempos son más difíciles.
La situación es tan difícil que muchos tienen que pedir ayuda al mundo como si estuvieran pidiendo limosna. V 6 “Al egipcio y al asirio extendimos la mano, para saciarnos de pan.” Hay más cristianos pidiéndole ayuda a los del mundo que personas del mundo pidiéndoles ayuda a los cristianos.
Ya parece el dicho popular “los pájaros le tiran a las escopetas” los del mundo que deberían estar mal, se enseñorean de los hijos de Dios. V 8 “Siervos se enseñorearon de nosotros; No hubo quien nos librase de su mano.”
Cada día hay menos oportunidad de trabajo. V 9 “Con peligro de nuestras vidas traíamos nuestro pan Ante la espada del desierto.” Mientras las universidades sacan miles de graduados cada año, las empresas por lo contrario se sierran constantemente.
Con una situación así es difícil mantener la alegría, cada vez más intolerancia, gente con estrés. V 15 “Cesó el gozo de nuestro corazón; Nuestra danza se cambió en luto.”
La gente encontró la causa de tanta tragedia…el motivo era los pecados de sus padres. V 7 “Nuestros padres pecaron, y han muerto; Y nosotros llevamos su castigo”
Cuando hablamos de pecado no solo estamos hablando de iniquidad. Pecado también significa errar al blanco. Cuando sabemos hacer lo bueno y no lo hacemos también es pecado. Santiago 4: 17 “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.”
Trasmitimos con nuestras palabras:
1. Maldición: cuando les decimos a nuestros hijos que son unos inútiles, que son incapaces, o que siempre han de vivir mal. Cuando utilizamos cualquier palabra de desánimo.
2. Bendición: cuando les decimos que si pueden, que son unos valientes, cuando utilizamos palabras de superación y estimulo.
Trasmitimos con nuestros Actos:
Con lo que nosotros hacemos o con nuestro comportamiento afectamos la vida de nuestra descendencia, hacemos de ellos personas de éxito o unos fracasados.
La única forma que tenemos de salir de la maldición generacional es a través del arrepentimiento. Dejando de hacer lo malo, enderezando nuestro camino. Pidiendo perdón por los pecado o los errores de nuestros antepasados, y sobre todo enmendado su error.
El salir del pecado o el no entrar en él es nuestra decisión. Génesis 4: 7 “Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.”
La única forma de romper o salir de las maldiciones generacionales es no haciendo lo malo o no cometiendo los mismos errores que cometieron nuestros antepasados, de ti y de mi depende como queremos vivir en el presente y como queremos influenciar a los demás en el Futuro.