Nadie se puede esconder los problemas, puedes posponer o alargar la agonía, pero los problemas siempre te alcanzaran.
En lo espiritual debemos saber que de Dios tampoco nos podemos esconder, él está en todo lugar.
Jeremías 23: 24 “¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?”
No importa donde nos escondamos Jehová siempre estar con nosotros tanto como para ayudarnos como para Juzgarnos. Salmos 139: 7-8 “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.”
Aunque sabemos que de Dios no podemos escondernos muchos creemos que sí, este era el caso de Adán, el fallo y lo primero que hizo fue esconderse. Génesis 3: 9-10 “Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.” Jeroboam tuvo el mismo problema fallo delante de Dios y lo único que se le ocurrió fue esconderse a tras de su esposa y su esposa se escondió tras una máscara.
Jeroboam creía que se podía esconder, pero Jehová ya sabía lo que él pensaba hacer. V 5 “Mas Jehová había dicho a Ahías: He aquí que la mujer de Jeroboam vendrá a consultarte por su hijo, que está enfermo; así y así le responderás, pues cuando ella viniere, vendrá disfrazada.”
Antes de que nosotros tramemos algo en nuestra mente ya Jehová lo sabe, el no solo conoce nuestros pensamientos el conoce nuestras intenciones.
La solución nunca será el escondernos, si nos escondemos de los problemas, los problemas seguirán creciendo y cuando tomemos la decisión de enfrentarlos ya estarán tan grandes que resolverlos resultara imposible.
Si Jeroboán y Adán le hubieran dado la cara Jehová y se hubieran humillado delante de él, lo más seguro es que Jehová les hubiera perdonado.
Que debemos hacer en lugar de Escondernos.
1.Reconocer que hemos Fallado. Solo si reconocemos nuestras equivocaciones podemos corregir, sin corrección no hay perfección.
2.Corregir lo malo que hemos Hecho. De nada sirve que reconozcamos lo malo que hacemos si no tenemos la capacidad de Corregir.
El factor determinante para que nos escondamos es el Miedo. El miedo es una emoción, y como tal posee una función adaptativa, que nos ha permitido sobrevivir como especie a lo largo de la historia. En sí mismo, no es más que eso, un arma protectora que nos permite ser cautos en la vida. El problema surge cuando este sentimiento no nos protege ni nos permite adaptarnos al mundo, sino que nos limita y perturba, nos hace infelices y nos hace mediocres.
1. Miedo a un No por respuesta. Muchas buenas oportunidades se han esfumado porque antes de preguntar ya dimos por hecho que nos iban a decir…No.
2. Miedo a Equivocarnos. Entre más grande sea el proyecto o el propósito más riesgos de equivocarnos vamos a tener.
3. Miedo al Que Dirán. Es normal que en este mundo encontremos personas que quieran lo que hacemos y a otros les desagrade. Un adagio popular dice: nadie es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo.
5. Miedo al Rechazo. El querer encajar en todos nuestros círculos de amigos hace que muchas veces tomemos malas decisiones. Tu eres importante y único no trates de parecerte a los demás.
6. Miedo a Asumir responsabilidades. Las personas de éxito son aquellas que son capaces de responder por lo que hacen. Las personas de fracaso siempre esperan que otros respondan por ellos.
7. Miedo a las Criticas. Acepta que nos podemos equivocar, utiliza cada crítica para mejorar lo que haces y lo que eres.
Como superar nuestros Miedos.
1. Admitiendo que tenemos Miedos. Las personas valientes no son las que no tienen miedo, las personas valientes son aquellas que saben dominar sus miedos.
2. Cambia tu manera de pensar. La fe es positiva y es negativa, si tú piensas que no puedes esa es tu fe por lo tanto nunca podrás. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
3. Decreta lo contrario. Recuerda que las palabras tienen poder. Si crees que eres débil declara que eres fuerte y lucha por serlo. Joel 3: 10 “Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy.”
4. Atrévete. Si no te atreves hacer lo que dices que no puedes nunca lo podrás lograr. En la vida siempre hay que dar un primer paso. La única forma de aprender a nadar es tirándose al agua.