La mayoría de quienes hemos recibido a Jesucristo en nuestro corazón estamos preparados para enfrentar cualquier tipo de problema personal, externo o problema social que se nos presente.
Satanás sabe que cada vez que el intenta atacándonos termina enfrentándose a Jesucristo, por esta razón él ha cambiado de estrategia ya no nos ataca de manera frontal o directa, nos ataca a través de nosotros mismo.
Satanás sabe que Jehová nos da gozo y alegría por esta razón el trata de robarnos esa paz enfrentándonos a nosotros mismos.
Nuestros peores enemigos no son los de afuera o los problemas, nuestros peores enemigos somos nosotros mismos, son nuestros propios complejos.
Un cristiano verdadero no vive en depresión mental ya que tiene la paz de Cristo, pero si puede vivir en depresión Espiritual que lo lleva a tener Depresión Mental.
Que Lleva a un cristiano a vivir en Depresión Espiritual.
1. Creer que esta Solo Apartado de Jehová. V 1 “¿Por qué estás lejos, oh Jehová, Y te escondes en el tiempo de la tribulación?” Muchos cristianos llegan a creer que Jesucristo ya no los escucha.
1.1. Debemos pedir ayuda a través de la intercesión de los demás, pero no por creer que Jesucristo no nos escucha, debemos pedir ayuda en oración porque la oración unánime tiene mayor Poder.
1.2. La presencia de problemas en nuestra vida no es sinónimo de ausencia de Dios, Jesucristo no promete quitarnos los problemas. Jesucristo promete estar con nosotros en los problemas para ayudarnos a superarlos. Isaías 43: 2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”
2. Vivir Preocupado por la prosperidad del Impío. V 4 “El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos” cuando el cristiano se siente mal por lo bien que le va al incrédulo se siente deprimido y desanimado.
2.1. Los cristianos que se pasan la vida deseando el mal de los supuestos malos se llenan de amargura y terminan en depresión. Salmo 73: 2 “En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos”
2.2. El estar pendiente de lo que hacen los malvados nuestro corazón se amarga hasta llegar a sentir envidia de los malos. Salmos 73:3 “Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.”
3. El creerse pobre y olvidado por Dios. V 12 “Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano; No te olvides de los pobres” Una cosa es no tener dinero y otra muy diferente creerse Pobre.
3.1. El creerse un pobre lo lleva a menospreciarse y creerse poca cosa y esto hace que no tenga fuerzas para luchar por lo que quiere.
4. Desear el mal para los Perversos. V 15 “Quebranta tú el brazo del inicuo, Y persigue la maldad del malo hasta que no halles ninguna” Jesucristo más que desear destruir a los malos él los quiere transformar.
4.1. Cada vez que desees el castigo para los que consideras malos, recuerda que antes de conocer de Cristo también éramos malos y es más ahora que conocemos de Cristo todavía seguimos siendo malos ya que aún no somos perfectos.
4.2. El desear el mal para los perversos nos convierte en más perversos que ellos por lo tanto en detestables delante de Jehová.
Muchas personas no se angustian tanto por lo malo que le pueda pasar se angustian más el saber que Dios todavía no ha castigado a los malos que nosotros queremos que los castigue. el desear el mal para los demás y ver que Dios no los castiga hace que el cristiano se llene de depresión Espiritual lo que se conoce como el mal del Desanimo.
