21_04

Salmo 50. Que le Podemos dar a Dios

 

Muchas veces nosotros los cristianos creemos que hacemos mucho dando el diezmo o cualquier ofrenda. 

El creer que lo que le damos a Dios es nuestro es lo que hace que seamos tacaños y demos de mala gana. 

David tenía muy en claro que todo lo que ofrendaba le pertenecía a Jehová. 1 crónicas 29: 14 “Pero ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecer tan generosamente todo esto? Porque de ti proceden todas las cosas, y de lo recibido de tu mano te damos. 

Todo lo que hay en el mundo le pertenece a Jehová por lo tanto a él no le agrada que le demos lo que le pertenece. V 9-11 “No tomaré de tu casa becerros, Ni machos cabríos de tus apriscos. 50:10 Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales en los collados.  50:11 Conozco a todas las aves de los montes, 

El único sacrificio que Dios acepto fue el de su hijo Jesucristo el sí lo hizo de manera voluntaria lo hizo por amor y tenía poder sobre su vida. 

Juan 10:18 “Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre 

Saber que todo le pertenece a Jesucristo no significa que no tengamos que contribuir económicamente para la obra de Dios aquí en la Tierra, saber que todo le pertenece a Jesucristo nos ayuda a entender que debemos contribuir con humildad, generosidad y alegría. 2 corintios 9: 7 “Que cada uno  como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre 

Que le podemos Dar a Jesucristo. 

1. Nuestra Alabanza. Tú y yo somos quienes decidimos a quien queremos servir. Dios nos dio libre albedrío.  V 14 “Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo;” alabar es reconocer las cualidades de otra persona.  

2. Nuestro cuerpo. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.” el ofrecerle nuestro cuerpo significa que nos esforzamos para hacer las cosas que a Dios le agrada. Es decir, dejamos que él sea quien nos corrija.  

Ofrecerle nuestro cuerpo es renovar nuestra mente ya no dejarnos influenciar por las cosas de este mundo. Romanos 12: 2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 

Tú y yo somos lo que pensamos. Lo que tenemos en nuestra mente es lo que terminamos haciendo. El pecado o la santidad comienzan en nuestra mente y después se hacen realidad. 

De nada sirve ofrecerle sacrificios físicos o entregarle a Dios lo que a él le pertenece si no somos obedientes. V 17 “Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras.” la obediencia se manifiesta cuando nos dejamos corregir la corrección nos lleva a la perfección. Sin corrección no hay perfección. Recuerda que Dios nos exige ser perfectos. Mateo 5: 48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto 

Lo que más ama Dios es la obediencia. 1 Samuel 15: 22-23 “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.  
15:23 Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.” a Dios no lo podemos impresionar con lo que le ofrecemos. Amos 5: 22 “Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados 

Cuando en el mundo nos invitaban a alguna fiesta de personas muy pudientes económicamente teníamos la gran preocupación de que le llevamos de regalo si ellos lo tienen todo. Dios es el dueño del oro y de la plata, el hizo toda la creación y no nos preocupamos mucho de que ofrecerle sin provocar su enojo. 

Dios quiere que le alabemos pero que también corrijamos nuestro camino. Salmo 50: 23 “El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.” la alabanza que le ofrezcamos a Dios tiene que ser con inteligencia no solo de manera mecánica. Salmo 47: 7 “Porque Dios es el Rey de toda la tierra; Cantad con inteligencia” cantarle con inteligencia significa que debemos sentir lo que decimos. Más que moverse nuestros pies o nuestras manos se deberían mover nuestro corazón, se debería estremecer en la presencia de Dios. Hoy muchos cristianos se congregan solo por costumbre. 

Los cristianos por costumbre buscan iglesias que se adapten a ellos son felices congregándose mientras en ese lugar no le enseñen la vedad de Dios es decir además de milagros también les enseñan lo que Dios demanda de nosotros. 

La alabanza para Dios se escucha muy bien y es hermosa en la boca de los íntegros. De las personas que se esfuerzan por agradar a Dios.  Salmo 33: 1 “Alegraos, oh justos, en Jehová; 
En los íntegros es hermosa la alabanza. 

Si quieres agradar a Dios profésale obediencia, déjate guiar por su palabra. La palabra de Dios tiene el poder de restaurar vidas. Dios lo tiene todo, nuestra vida es de él, esfuérzate por ofrecer lo único que el acepta de nosotros obediencia y alabanza de corazón, pero nunca se te olvide que la obra de Dios aquí en la tierra si necesita de dinero, si decides colaborar hazlo de Corazón.