La envidia es un mal que envenena el alma y destruye el corazón.
La gran mayoría de nosotros los
seres humanos decimos no ser envidiosos, pero muchas veces nos hemos sentido
mal por el progreso de Otros.
La única forma de contrarrestar
cualquier sentimiento de Envidia es disponiendo nuestro corazón al Servicio.
En el salmo 73. Asaf nos relata lo
que a él le paso por culpa de la envidia que él tenía en su corazón.
La envidia es un mal que se ve en
todas partes. En los hogares, en el trabajo, en la iglesia y en todos los
ámbitos de la sociedad.
Según el apóstol pablo hay muchos
que predican el evangelio no por tener el llamado lo hacen por envidia.
Filipenses 1: 15 “Algunos, a la verdad, predican a Cristo por
envidia y contienda; pero otros de buena voluntad.” hay gente
en las iglesias que le sirven a Dios en cualquier ministerio, pero no por tener
el don. Lo hacen porque ven que otros también lo hacen.
Muchas personas siempre van de
fracaso en fracaso en sus negocios la razón es muy sencilla, ellos no tienen la
habilidad dada por Dios lo hacen solo porque sus amigos tienen negocios
prósperos.
Muchos matrimonios son un fracaso
porque se casaron simplemente porque la amiga la más feíta ya se casó o porque
su hermana la menor también lo hizo.
Consecuencias de la Envidia.
1. Nos hace equivocar o tomar malas
decisiones. Salmo 73: 2-3 “En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis
pasos. 73:3 Porque tuve envidia de los
arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.” por culpa
de la envidia nos alejamos de Dios y de las personas que amamos.
2. Sentimos que nuestro esfuerzo
espiritual o secular no vale la pena. V 13 “Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, Y
lavado mis manos en inocencia;” cuando creemos que lo que hacemos no vale la pena
nos llenamos de frustración.
3. Llega la Infelicidad. Creemos
que todo nos sale mal o que todos están en nuestra contra. V 14 “Pues he sido azotado todo el día, Y
castigado todas las mañanas.” Una persona infeliz por lo general es negativa, siempre
cree que todo está en su contra.
4. Causa amargura en el corazón de
una persona. V 21 “Se llenó de amargura mi alma,
Y en mi corazón sentía punzadas.” una persona amargada nunca
disfruta de las bendiciones que ha recibido de parte de Dios.
5. Nos Degrada. La envidia nos hace
actuar como animales sin razonamiento. V 22 “Tan torpe era yo, que no entendía; Era como una bestia
delante de ti.” las personas envidiosas terminan deseando y haciendo el mal
a los demás.
Como salir de la envidia.
1. Buscando a Jesucristo. V 17 “Hasta que, entrando en el santuario
de Dios, Comprendí el fin de ellos.”
Jesucristo es lo más hermoso que tenemos. V 25 “¿A quién tengo yo en los cielos sino
a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.” Jesucristo nos da paz en
medio de la tormenta, la paz de Cristo nos permite ver no solo problemas, con
el podemos ver también soluciones.
2. Dejándonos guiando por Dios. V
18-19 “Ciertamente los has puesto en deslizaderos; En asolamientos los
harás caer. 73:19 ¡Cómo han
sido asolados de repente! Perecieron, se consumieron de terrores.”
Jesucristo no nos quita los problemas, pero si está con nosotros en todo
momento para ayudarnos a superarlos. Isaías 43: 2 “Cuando pases por las
aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por
el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”
3. Valorando lo que tenemos y lo
que somos. Isaías 43: 4-5. “Porque a mis ojos fuiste de gran
estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones
por tu vida. 43:5 No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré
tu generación, y del occidente te recogeré.” Dios a todos nos hizo diferentes con habilidades
diferentes para que seamos complemento el uno del otro, no te sientas inferior
si eres diferente a los demás.
Disfruta lo que tienes y lucha por
conseguir algo mejor. No te sientas mal por lo bueno que les pasa a los demás.
Recuerda que todos tenemos dones y talentos de manera diferente a otros. Tú no
eres menos que los demás. Tú eres diferente a ellos.